La propiedad se ubica en Coles y en el lote figura una casa rural y tres hectáreas de cepas
Cinco años después de que saliese al mercado la primera cosecha de 13.000 botellas del vino "Seminare", elaborado en una bodega propiedad del Obispado en la parroquia de Ferreiros, San Eusebio (Coles), tanto el viñedo como la bodega y el resto de propiedades está a la venta. Así lo han confirmado fuentes de la Diócesis, que atribuyen la enajenación de esos bienes a la intención de desprenderse de todas aquellas propiedades que no tengan una rentabilidad contrastada.
El conjunto que está a la venta está integrado por una casa rural que tiene una superficie construida de 1.044 metros cuadrados, una bodega enterrada en los aledaños de la iglesia, con una producción estimada de 70.000 litros, así como tres hectáreas de viñedos en las que se plantaron en su momento variedades de uva como godello, treixadura y albariño. Este conjunto forma parte del lote de propiedades que la Diócesis dejó en manos de la inmobiliaria Solvia (adscrita al Banco Sabadell) para que las vendiese, sin que haya trascendido el precio de la operación. Fuentes del Obispado indicaron ayer que la intención es vender la bodega y todo el conjunto que se ubica en Coles, "aunque también estaríamos dispuestos a escuchar una oferta para alquilar", matizan.
El proyecto de crear una bodega y comercializar el vino con la marca "Seminare" tomó forma hace ocho años y en noviembre del 2010 la Fundación Santa María Nai, que el propio Obispado impulsado creó, se presentó la primera cosecha para ser comercializada. Sin embargo, aquella inversión resultó ser fallida y la pretendida intención de lograr beneficios con la explotación de las tierras de la Diócesis tuvo poco recorrido.
"Seminare" llegó a emplear a seis personas, todos ellos jóvenes con edades entre 23 y 31 años y formaba parte de un plan de reactivar la economía agraria, llegando incluso a promover la plantación de trigo y patatas o la explotación de propiedades de turismo rural.
Aquellas inversiones se promovieron mientras Luis Quinteiro fue obispo de Ourense y su sucesor, el actual prelado Leonardo Lemos, decidió dar un paso atrás promoviendo la venta de activos inmobiliarios.
