El obispo de Ourense, Leonardo Lemos, se encuentra esta semana en Roma con motivo de la “Visita ad limina”, una visita que los obispos de la Iglesia católica llevan a cabo cada cinco años con el objetivo de venerar los sepulcros de los santos apóstoles Pedro y Pablo. La última vez que se celebró fue en el 2014 y este año se repitió con la participación de la Conferencia Episcopal Española, que los enviará en cuatro grupos entre este mes y el próximo. Además, los obispos serán recibidos por el papa Francisco, al que le presentarán un informe sobre el estado de cada diócesis.
“La jornada de hoy -por este martes- la hemos comenzado celebrando la Eucaristía en las criptas de la basílica Vaticana, muy cerca de donde está el sepulcro de San Pedro. Ha sido un momento emocionante el sabernos tan cerca del corazón físico de la Iglesia. En mi recuerdo estaba toda la Diócesis de Ourense, sus sacerdotes, diáconos, religiosas, los seminaristas, los laicos; tantas y tantas necesidades y también hemos dejado sobre el altar los proyectos del futuro inmediato, de manera especial la continuidad y recepción del Sínodo Diocesano”, manifestó Lemos en una carta. El obispo participó este martes en una misa celebrada en la archibasílica de San Juan de Letrán.
La visita se centra en tres actividades diferenciadas en las que participarán los obispos con motivo del “Visita ad limina”. En primer lugar harán una peregrinación a las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo para “visibilizar la unidad y la comunión de los obispos, sucesores de los apóstoles, con el heredero de San Pedro y de las Iglesias locales con la primada de Roma”, explicó Lemos sobre este acontecimiento quinquenal.
El “Visita ad limina” continuará con una presentación ante el papa Francisco de una “relación quinquenal” de cada diócesis, en el caso de Lemos, de la ourensana. Con este encuentro se trata de informar sobre la situación de la Iglesia en cada uno de los lugares encomendados a los obispos que visitan Roma. En el caso de Galicia, los últimos reportes enviados son del “Visita ad limina” de 2014.
La última acción que llevarán a cabo en Roma será la de una reunión personal con el papa, como sucesor de San Pedro, durante el cual los obispos disponen de un tiempo para dialogar con el papa y plantearle sus inquietudes y exponerle sus proyectos.
La Diócesis de Ourense acabó el pasado mes de noviembre su Sínodo Diocesano, en el que se recogieron una serie de propuestas, con la implicación de los fieles, para aplicar a la Iglesia en la provincia. En octubre comenzó el camino hacia el Sínodo de los Obispos, que se prepara para celebrarse en 2023.
