Obras de arte en un asador

Imagen del mural de Virxilio, pintado sobre losetas de cerámica en el 'Asador de Roa'.
Un establecimiento del casco histórico de Ourense, el ‘Asador de Roa’ guarda en su interior tres preciosas obras de Virxilio, Arturo Baltar y Buciños, que el propietario originario encargó en los años setenta.
Un establecimiento hostelero del casco antiguo recupera un gran mural de Virxilio para su barra Allá por los años 70 del siglo XX la identificación de los artistas locales con la ciudad era tal y tan enriquecedora que cuando un pequeño empresario montaba su tienda, contaba siempre con uno o dos de ellos para que añadiese a la decoración un toque de arte, casi siempre en forma de mural.

Manuel Santamaría, un tabernero ourensano, amigo y benefactor de los artistas, abrió un bar en la Rúa San Miguel al que puso el nombre de ‘Carroleiro’.

Baltar, Virxilio, Buciños

Para completar la decoración de estilo rústico, echó mano de sus amigos artistas: Arturo Baltar remató las vigas de madera con gorgolas de barro; Manolo Buciños dignificó el escaparate refrigerado de la entrada recubriéndolo de trabajadas tallas en madera de castaño, y Virxilio se ocupó de la barra, pintando un mural de mosaicos de tres por dos metros, con flores, pájaros, peces y esta dedicatoria: ‘Para o Manolo Montealegre, Sindo, Baltar e o gran Gori que o montou, o que humildemente esto abatanou’.

El establecimiento del casco antiguo cambió varias veces de dueño y uno de sus responsables tuvo la desdichada ocurrencia de tapar el mural de Virxilio con un mueble. Desde hace algo más de un mes, el nuevo propietario, Emilio Alonso, instaló allí su ‘Asador de Roa’, destapando el mural de Virxilio, del que volvemos a disfrutar, con todo nuestro agradecimiento a su sensibilidad.

El escaparate de Buciños ha ganado con la belleza que dan los años a algunas obras, lo mismo que las gorgolas del gran Baltar.

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