LLEGADA DE LA ALTA VELOCIDAD

Las obras pendientes apuntan a un retraso del AVE al menos hasta 2020

El tramo Zamora-Pedralba, previsto inicialmente para 2016, no entrará en servicio hasta el primer trimestre de 2018

El reciente anuncio de la licitación del cambiador de ancho de Pedralba de la Pradería (Zamora) aleja definitivamente a Galicia de la llegada del AVE en 2018. Un jarro de agua fría que aún no se ha hecho oficial pero que resulta a todas luces incontrovertible porque dicha obra, que consiste en una nave cubierta bajo la que se produce el paso de los trenes del ancho de vía de alta velocidad (1.435 mm) a ancho ibérico (1.668 mm) y viceversa, no estará concluida hasta el primer trimestre de 2018.

El intercambiador de Pedralba, permitirá que los trenes gallegos circulen por la línea de alta velocidad entre Madrid y esta localidad zamorana, a pocos kilómetros del Padornelo, avanzando 107 kilómetros de AVE desde Zamora en dirección a Ourense y acortando casi 40 minutos el viaje actual. Los Alvia pasarán a invertir menos de cuatro horas entre Madrid y Ourense, y casi 3 horas y media, los que tienen menos paradas intermedias.

Hace año y medio, cuando se inicieron los trámites de expropiación de los terrenos en los que sería ubicado el cambiador de ancho, el Adif manejaba todavía la fecha de 2016, las últimas semanas del año, para su inauguración. El retraso producido en la apertura del tramo anterior (Olmedo-Zamora), previsto para la primavera de 2015 y realizado en enero de 2016, fue el síntoma inicial de una sucesión de retrasos que afectarían al resto del trazado a partir de ese momento, pese a que desde el Gobierno central se siguió manteniendo como horizonte para la llegada del AVE a Ourense en 2018.

La interinidad del Gobierno durante trece meses fue uno de los principales obstáculos en las licitaciones pendientes para el AVE gallego, pero no el único: las diferencias de criterio a la hora de afrontar los reformados de precio en las obras en marcha, sobre todo por la aparición de imprevistos no contemplados en las licitaciones, supuso la paralización de meses en tramos importantes en el trazado entre Ourense y Lubián. El pulso entre las constructoras y el Adif se mantuvo ante las dudas de cómo discernir lo que era realmente imprevisto y lo que podría ser falta de previsión de éstas. 

La incorporación de la ingeniera Isabel Pardo de Vera el pasado verano al frente de la dirección de Adif Alta Velocidad fue el último intento de Ana Pastor para desbloquear esa situación y salvar un compromiso que, a medida que pasaban las semanas resultaba cada vez más difícil de cumplir. Aunque buena parte de las obras del trazado entre Zamora y Pedralba de la Pradería estaban acelerándose, su inauguración se verá retrasada en casi dos años con respecto a la previsión inicial. Un retraso que también afectará al resto de la infraestructura pendiente de concluir e incluso de licitar, como es el caso de los subtramos entre Taboadela y Seixalbo, Seixalbo estación de Ourense y la propia estación Empalme. 

El AVE estaría en 2018 a 120 kilómetros de Ourense

La tecnología de rodadura desplazable, de la que la empresa española fue pionera en el mundo, permitió a los trenes gallegos beneficiarse, aunque fuese a plazos, de la alta velocidad, desde que entró en servicio el primer tramo del gran corredor Norte-Noroeste, entre Madrid y Valladolid. Los Alvia de la serie 730, que prestan el servicio diurno entre Galicia y la capital de España, estrenaron el cambiador de Olmedo en junio de 2012, ahorrando una hora en el viaje entre Ourense y Madrid.

Tres años y medio después, enero de 2016, los mismos Alvia circularon por el segundo cambiador, el de la estación de Zamora, que redujo 35 minutos el viaje entre Madrid y Galicia. 

El tercero, en Pedralba, que lleva año y medio de retraso sobre las previsiones iniciales, no operará hasta dentro de 400 días. En 2018, el año previsto para la llegada del AVE a Ourense, la vía de alta velocidad en servicio se encontrará todavía a 120 kilómetros de la estación de Ourense Empalme.

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