JUNTA DE GOBIERNO LOCAL

Nuevo paso para recuperar el deteriorado Puente del Milenio

El gobierno local aprobó el convenio por el que la Xunta se compromete a pagar la obra antes de que la estructura sea recepcionada por el Concello, que después se encargará del mantenimiento

El Puente del Milenio tendrá por fin solución a los problemas de mantenimiento que han afeado su estructura, como consecuencia de la falta de atención institucional desde su inauguración, allá por septiembre de 2001. De mantenimiento, que no estructurales, tal como recalcó el alcalde, Jesús Vázquez, que considera que las actuaciones a las que será sometido –previstas para 2016, aunque dependen de la voluntad de la Xunta– son necesarias para "contribuír ao seu bo mantemento e a unha mellor conservación".

En junta de gobierno local, el gobierno local dio ayer el visto bueno a la firma de un convenio de colaboración con la Axencia Galega de Infraestruturas, dependiente de la Consellería de del mismo nombre, a través del que el organismo autonómico se compromete a invertir 548.000 euros para la ejecución de estos trabajos. La aprobación por parte del gobierno de la ciudad constituye el paso previo para que el Consello de Goberno de la Xunta acuerde destinar esta suma.

El acuerdo se completa con la resolución de una situación surrealista. Según aseguró el alcalde, el Concello era el titular del Puente del Milenio, pero no el responsable de sus labores de mantenimiento. La razón, que el acta de entrega del puente acabado no fue firmada, una circunstancia que no daba por válido el convenio que se había firmado en 1997 por el que el Concello asumía la conservación y explotación de esta infraestructura. "Con este novo convenio pretendemos regularizar a situación e que a ponte pase a ser, xurídicamente, de titularidade municipal", explicó Jesús Vázquez.

El gobierno popular de la ciudad logró lo que no consiguió su predecesor socialista. En el anterior mandato, la Xunta declinó asumir la reforma para evitar más deterioro en el puente, alegando que esta infraestructura era de exclusiva competencia municipal.

La falta de cuidado había convertido al Puente del Milenio –llamado a ser uno de los grandes reclamos de la renovación de la ciudad, cuando se invirtieron más de 11 millones de euros en su construcción, a las puertas del siglo XXI– en una infraestructura aparentemente insegura. El óxido que recubre los peldaños y barandillas de la pasarela contigua y el mal estado de alguno de sus trechos se han convertido en elementos disuasorios tanto para ourensanos como para foráneos.

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