Sucesos

Odisea ferroviaria para llegar a la ciudad: “Es una vergüenza"

La avería de una catenaría provocó la detención de un Avant con 140 viajeros durante más de dos horas

La avería de una catenaria en la entrada de la estación Empalme alteró ayer el tráfico ferroviario de la ciudad durante más de cuatro horas. Uno de los trenes afectados, un Avant destino Ourense, se quedó paralizado durante más de dos horas y sus 140 pasajeros tuvieron que ser evacuados por los servicios de emergencia.

El fallo en el suministro eléctrico se produjo alrededor de las doce y media del mediodía, a dos kilómetros de la estación, en Bobadela. El primer tren afectado, un Avant Ourense-Santiago-A Coruña con 92 viajeros, se mantuvo detenido en el punto afectado durante más de 70 minutos, hasta reanudar la marcha. El siguiente Avant, sentido Ourense y con 140 pasajeros, no corrió la misma suerte.

Evacúan a los pasajeros del tren Avant paralizado a la entrada de la ciudad. (Foto: José Paz)

Tras la detención del tren, el maquinista avisó a los viajeros de la avería y anunció un retraso de 20 minutos. En la estación, familiares y amigos empezaban a preocuparse, mientras pedían información al personal de Renfe. "No nos dijeron nada, ni el maquinista ni el interventor vinieron a darnos explicaciones de lo que pasaba", señala uno de los afectados. El clima en Empalme no pintaba mejor, mientras comenzaban a llegar pasajeros para coger el siguiente Avant hacia A Coruña –finalmente viajaron en autobuses fletados por Renfe–. 

Los operarios de Renfe valoraron la posibilidad de trasladar a los pasajeros a un tren o autobús, pero la zona en la que los vagones se detuvieron no era de fácil acceso. Finalmente, el maquinista dejó caer por inercia el tren unos metros, hasta llegar a un lugar más adecuado para el paso. Los pasajeros, en el tren, hablaban con sus familiares para saber qué les decían en la estación. "Es una vergüenza, una muestra de absoluto desprecio a los viajeros, nadie les explica qué pasa, ni les ofrecen agua o víveres o simplemente los tranquilizan", comentaba la madre de una viajera. "Están a dos kilómetros, yo prefiero que me dejen ir hasta allí y los ayudo yo a salir", señalaba otra madre.

Pasajeros esperan a un autobús tras la incidencia con los trenes. (Foto: José Paz)

Pasadas las tres de la tarde, una trabajadora de Renfe informaba a las familias del rescate: "Vamos a traerlos en autobús hasta aquí. Allí están los servicios de emergencia en estos momentos para ayudarlos a salir del tren y caminar por las vías. Si quieren, pueden ir a buscarlos allí".

Varios coches salieron rápidamente dirección Bobadela, preocupados: "Hay niños pequeños en el tren, gente mayor, diabéticos... Esto demuestra que no tienen un procedimiento ante este tipo de averías, improvisan. No les abrieron ni una ventana". Ayudados por bomberos y policías, los pasajeros comenzaron a descender del tren alrededor de las tres y media.


Abandono


"Nos sentimos muy abandonados por la falta de información", señala una afectada. "Lo pasé mal, hacía mucho calor, te preocupas, nadie te dice nada...", dice otro. Adif solucionó la avería de la catenaria de la vía alrededor de las cinco de la tarde.

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