Malestar en Oira: "Aquí había unha fonte"

El parque de Oira -detrás de su pabellón- está tan olvidado que ni siquiera los vecinos saben cómo se llama. Y, como no tiene nombre, no existe. Urbano García, presidente de la asociación vecinal Ribeira Miño, recuerda que había en el lugar un par de fuentes de piedra. Sobre una de ellas -lo mismo se aplica a la otra- asegura que en tiempos "era moi bonita e botaba auga potable, de manantial. Daba gusto vela, pero agora é insoportable, da maneira que está. Non se pode acceder a ela de ningunha maneira", lamenta. Del pequeño tubo gris en su centro siguen cayendo gotas de agua, pero una a una, débiles, penosas, como los últimos estertores de una micción mañanera. Pese al constante asedio -al estilo de aquella antigua tortura china-, no consiguen tumbar ni a una pequeña y delicada hoja, que rebota a cada golpecito pero nunca se quiebra. El parque es de la época de Manuel Veiga Pombo, que gobernara la ciudad entre 1987 y 1990. Fue el séptimo alcalde de la democracia en Ourense. "Estuve en su inauguración, yo... y muchísima gente más", recuerda María Teresa Nóvoa. "Pero los siguientes gobiernos abandonaron al parque. La asociación vecinal lleva décadas mandando escritos al respecto", defiende. Inaugurado hace tres décadas, ahora "está todo perdido, sen limpar, a monte", aporta García. "Que importa que se fagan cousas se logo non se atenden delas? Sería case mellor non gastar os cartos", recomienda, y resume el trabajo de su asociación en un "enviamos moitos escritos, pero contestacións recibimos máis ben poucas, e actuacións ningunha", lamenta. Hoy en día, pasan más por el lugar los jabalíes que los servicios de limpieza, como a la vista está. El Concello se comprometió el pasado mes de noviembre a remodelar el entorno del pabellón con una inversión de casi 360.000 euros. Este proyecto tendría como finalidad principal mejorar la zona de aparcamiento y la dotación de aceras. En cuanto a esta humanización, "vai quedar bonito, pero para cando non sabemos", añaden los vecinos. Por el momento, los árboles brotan del asfalto como volcanes y quiebran el firme del parking. Desde el Concello, tienen también en mente el acondicionamento de las aceras junto al paseo fluvial, desde rúa Alfredo Brañas hasta donde se encontraba el merendero El Pato Rojo. Subrayan que "estes proxectos están aprobados, sen embargo, non se poden enviar a contratación até que se reincorpore o remanente". Por su parte, desde la asociación vecinal recalaman la construcción de "un parque biosaudable -con zona de ejercicio para personas mayores- que debía estar rematado o ano pasado e aínda non ten nin os trazos. Ao paso que vamos non sabemos se estará listo este ano". Además, en lo que respecta a Oira, critican que los mayores cuidados se dediquen a la vía principal, como un niño que esconde el polvo bajo la alfombra. Es una problemática que viene de largo."Un día, Jesús Vázquez -el último ex alcalde- nos prometió que acudiría una brigada a podar el siguiente lunes, y aún seguimos esperando a aquella cuadrilla", reclama Nóvoa. García añade que "levamos feitas varias queixas por Alfredo Brañas, que ten as beirarrúas levantadas. Hai un veciño que emprega cadeira de rodas, e como están tan mal vese obrigado a transitar pola calzada. Sentimos medo de que algún día pase algo... E a ver de quen ten a culpa entón". Esta vía pertenece a la Diputación, que ya acometió recientemente la mejora de su calzada. En cuanto a las aceras, subrayan que el tramo en mal estado coincide con el muro de una parcela privada y para arreglarlo sería necesaria una expropiación aún no contemplada por el momento.