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Okupas y peleas: el declive del entorno de la Plaza de Abastos

OURENSE 16/09/2019.- Locales abandonados en la Plaza de ABastos. José Paz
photo_camera Aspecto del local donde se originó el incendio el pasado domingo por la noche (JOSÉ PAZ).
Los placeros: "A única forma de arranxalo é facendo xa as obras, agora mesmo está abandonado"

El incendio originado en uno de los locales abandonados del entorno de la Plaza de Abastos hizo saltar las alarmas el pasado domingo sobre el grupo de indigentes que okupa la zona, pero lo cierto es que se adueñaron del espacio hace ya un par de meses.

La hilera de puestos pegados al puente, activos hasta que los placeros se movieron a la Alameda, se ha convertido en un camino a evitar para caminantes y tenderos. "Muchos turistas cruzan por ahí para sacar foto y se encuentran con este panorama... Es una vergüenza que el Concello no haga nada, el lío está a dos pasos de As Burgas", comenta un comerciante. Los vecinos ya no cruzan por la zona: "Bajé ahora por aquí, pero vamos, nunca lo cojo, y mucho menos por la noche". Las peleas, gritos y altercados entre los okupas son continuas, y los desperfectos en los dos locales forzados, cada vez más. El destrozo de puertas, cristaleras, suelos y mobiliario es evidente desde el exterior, en una zona que, según el proyecto de reforma de la Plaza de Abastos, será rehabilitado para reabrirlos al uso comercial. "Da moita pena e moita tristeza ver como está unha zona que ata fai nada foi nosa, pero agora que imos facer, é do Concello, eles terían que ocuparse dela", cuentan desde Frutas Martínez, en la zona del rianxo.


"Es muy triste"


Según explican los placeros, en más de una ocasión han llamado a la policía para que intervenga y los desaloje. "Les cogen los datos pero ya está, en unas horas a lo mejor ya vuelven a estar ahí metidos. Hoy por la mañana –este lunes– vinieron varias patrullas, pero ya ves tú lo que les importa...", señalan. El colectivo reivindica la dignidad del entorno de la Plaza de Abastos, un lugar que forma parte de la historia de la ciudad y que, consideran, están dejando morir. "Es muy triste pensar en la rapidez con la que nos echaron de allí para movernos a la Alameda y ver que ahora están allí los okupas, que están puenteando la luz...", señala Emilio González, "Milucho", presidente de los placeros.

Los indigentes consiguen luz de forma ilegal en uno de los locales, una antigua floristería que, según los comerciantes, estaba en buenas condiciones cuando la okuparon. "Ao principio aínda tiñan luz, despois deuse de baixa e conseguiron puenteala", comenta una placera. "O único que se pode facer para solventar a situación é poñerse xa coas obras para que volva ter actividade. Se non hai xente, se non hai actividade, é normal o declive dos lugares, como pasou na cárcel vella, pasa en moitos lados", comenta Alberto González, gerente de la Plaza de Abastos.

Los okupas también han causado desperfectos en el edificio central: "Entraron varias veces, rompieron un cristal y robaron lo que pudieron, cobre, cables... Hacen lo que les da la gana".


Nueva agresión


El botellón instalado en la Alameda agredió sistemáticamente el entorno de la Plaza de Abastos durante varios años. Aunque el foco se desplazó al Casco Viejo, los jóvenes siguen bebiendo encima de los mesados de los puestos. "O venres pasado chegamos pola mañá e había vasos, botellas, bolsas... Había dous mozos que non tiñan moito máis de 20 anos e estaban fumando un chino e non se marchaban. Tivemos que chamar á policía e aínda se revolvían contra nós", explican desde Frutas Martínez.

El espacio comercial suma una nueva agresión mientras los tenderos recuerdan: "Empecé aquí hace muchos años, era otro mundo, estaba lleno de vida".


Más vigilancia y seguridad, planes del Concello


Después del incendio del pasado domingo, el gobierno local ha decidido intensificar las medidas de vigilancia y seguridad en el entorno de la Plaza de Abastos, para evitar altercados en la zona. Fuentes municipales aseguran que está abierta una investigación para esclarecerel origen de las llamas, que pudieron haber sido intencionadas, por una trifulca entre dos grupos de indigentes. El Concello ya mandó tapiar alguna de las zonas por las que se podía acceder al interior de los locales para evitar que los okupas se adueñasen de ellos. Los placeros, por su parte, no creen que las medidas de vigilancia sean efectivas para echarlos: "Se non tivo efecto durante as noites de botellón, non creo que o teña agora. Se os meteran na cárcel cada vez que os atopan dentro ao mellor deixan de vir...". 

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