Oliveira y Sindo, los héroes que salvaron a una mujer en el incendio de Ourense

Oliveira y Sindo instalaban un sistema de calefacción cuando el piso de abajo comenzó a arder. Supieron que había alguien en el interior, por lo que atravesaron el humo y salvaron a Rosa, una mujer de 97 años que se había quedado paralizada en medio del fuego

Oliveira y Sindo instalan sistemas de calefacción en Ourense. Ayer estaban trabajando en el sexto piso del número 20 de la avenida de La Habana cuando un pitido agudo comenzó a sonar. “Será la alarma del ascensor”, pensaron. Pero la alarma era incesante y decidieron salir a ver qué pasaba. Nada más abrir la puerta, se vieron sumergidos en una nube de humo negro. Bajaron por la escalera y alguien gritó que en el quinto había una señora. No lo dudaron y dieron la vuelta, entraron en la vivienda de la que procedían las llamas.

La habitación principal estaba ardiendo. El fuego se extendía por la mesilla de noche y las cortinas. La fuente: un radiador eléctrico en el que se habían dejado unos paños. 

Junto a la pared estaba Rosa, una mujer de 97 años con problemas de audición. Oliveira y Sindo atravesaron la estancia y la cargaron en brazos, cada uno de un lado. Se pegaron a la pared y bajaron hasta el exterior. Los tres inhalaron una cantidad considerable de humo, pero tuvieron la suerte de no perder la consciencia.

Una vez llegaron los servicios de emergencias, los bomberos se encargaron del resto y evitaron que el fuego se siguiese propagando por la casa: “Solo se vio afectado el dormitorio, que estaba al fondo de todo”, explicó Óscar Rodríguez, el cabo al frente de la operación.

Tras ser atendida por los médicos, Rosa salió a la calle y se encontró con sus rescatadores, Oliveira y Sindo.  Allí pudo agradecerles que la salvasen y ellos le desearon una pronta recuperación. 

Tras lo sucedido, los médicos del 061 recomendaron a los técnicos que bebiesen mucha agua  (dado que habían tragado mucho humo) pero ellos no veían el momento de irse a tomar una cerveza, “como recompensa” de su peculiar jornada laboral.

El dispositivo de rescate estuvo compuesto por un amplio equipo de bomberos, Policía Local -que reguló el tráfico- y el 061. 

Este suceso ocurre un día después de que en O Barco, un vecino de 62 años -que vivía solo y estaba en silla de ruedas- perdiese la vida al asfixiarse en un incendio de su vivienda. Varias sillas ardieron a causa de una estufa de butano. El fallecido fue encontrado en el suelo, a escasa distancia de una ventana del salón. 

La provincia de Ourense registró 34 muertes por incendios en viviendas en los últimos diez años. El incendio ocurrido a principios de mes en Covadonga, en el que perdieron la vida dos mujeres,  Edilma y Valentina, fue el último con víctimas. Además, el pasado año también se dieron altas cifras de mortalidad, con cuatro fallecidos, todos ellos de avanzada edad. Solo lo superan el 2020, con cinco fallecidos, y el 2013, en el que ocho personas perdieron la vida por incendios de esta tipología.

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