Once personas perdieron la vida en accidentes de tráfico durante este año en las carreteras de la provincia, las mismas que todo el 2019. El último fallecido es el vecino de Lobios, Tristao Manuel F.B., de 43 años y natural de Portugal, que a las 14,30 horas del pasado domingo se salió de la OU-540, en Lobios. Los efectivos de emergencia lo rescataron con vida -los efectivos del GES tuvieron que excarcelarlo- pero falleció en el CHUO. Este conductor no hacía uso del cinturón de seguridad y el Subsector de Tráfico de Ourense lamenta que no era el único dentro de los siniestros mortales contabilizados este año en las carreteas de la provincia provincia.
De los once fallecidos, cuatro pilotaban un turismo y tres, en el momento de producirse el accidente, no hacían uso del cinturón, algo que pudo haberles salvado la vida. Dos de ellos tenían 43 años y el otro 69.
Los siniestros provocaron que la Guardia Civil de Tráfico intensificara los controles sobre la utilización de los elementos de seguridad del automóvil, sobre todo en las carreteras locales y en los desplazamientos cortos. "Hay cierta relajación en la utilización del cinturón cuando está demostrado que es un elemento que salva vidas", afirmaron fuentes del Instituto Armado.
Los controles también afectan a la velocidad y al consumo de alcohol y sustancias estupefacientes al volante.
