La asociación Amencer presenta la iniciativa de este año, con el deseo de que fuera la última
Con el más puro estilo boxístico, con el pesaje como si de la previa de un gran combate se tratase, se puso en marcha ayer la "Operación Quilo 2017", apadrinada en el colegio Salesianos María Auxiliadora por Amencer "pero que es una campaña de todos, enfocada a todas las personas que viven en Ourense", remarcó Xulio César Iglesias, el gerente de la asociación. "La mejor noticia sería que esta iniciativa no existiese, porque querría decir que nadie la necesita", subrayó acto seguido.
A la presentación de la campaña acudieron entre otros el alcalde, Jesús Vázquez, y los concejales Sofía Godoy y Manuel Álvarez. Kilos de peso para canjear por vales de comida. Tanto pesas, tanto vales. De todo hubo, livianos y menos livianos, pesadotes incluso. Se subía a la báscula con las ideas claras, el número de kilos era el que aparecía después en el papelito en cuestión. Aunque alguno se vino arriba y convirtió los 75 en la promesa de 300. Que de eso se trata, de recaudar lo máximo posible para todos aquellos que lo están pasando mal. De recaudar alimentos no perecederos, pero también juguetes para que ninguna familia se encuentre con el disgusto de no tener nada que celebrar en Navidad.
El año pasado
Aportó Iglesias, que llevó el peso de la presentación de la iniciativa, unos cuantos datos. Aseguró que "el año pasado participaron 16 barrios y fueron 1.042 familias beneficiadas, un total de 3.184 personas, una cifra muy alta en una ciudad de 108.000 habitantes. Fueron 1.100 kilos de comida, que en dinero se tradujo en algo más de seis mil euros, invertidos en alimentación, 875 kilos", resumió.
Iglesias quiso detenerse en los jóvenes, esos a los que desde muchas esferas se acusa de no tener espíritu solidario. Quinientos treinta y seis voluntarios en la última edición.
"El objetivo es conseguir kilos pero por encima de todo sensibilizar a toda la gente que sea posible", relató Iglesias. "Todos en marcha hasta el día 22", remachó Iglesias, báscula en la mano como si fuese un tesoro. Y bien es verdad que para mucha familias ourensanas esta iniciativa, lo es.
