Si hay un colectivo bien adaptado al confinamiento es el de los opositores. Aunque no todos optan por hincar los codos en casa y son de biblioteca–además de la necesaria vida social–, las medidas contra el coronavirus les han perjudicado más allá del encierro. La suspensión de pruebas selectivas como las de Abogacía o Hacienda hasta nuevo aviso trastoca la realidad de muchos ourensanos. También hay preocupación en Educación, con pruebas previstas para junio y una reunión pendiente con la ministra el próximo 25 de marzo para decidir sobre el tema.
"Todo el tiempo que estemos así no computa para el plazo del procedimiento administrativo. Es como un paréntesis. Pero al estar ya convocadas las pruebas, tienen que cumplir. A nivel personal, hago lo mismo que hacía en la biblioteca pero ahora en casa. Algo de ansiedad añadida por no poder planificar fechas, pero es un mal menor comparado con las situaciones de otra gente", dice un ourensano que oposita para Hacienda. Otro compañero de las mismas oposiciones admite que "fastidia bastante que te cambien toda la programación y con el ambiente generado por el estado de alarma siempre cuesta un poco más mantener el ritmo de estudio". Tenían el primer examen para el 4 de abril, ahora están sin fecha.
Fany Lorenzo se presenta a tres oposiciones del Ministerio de Justicia. "Independientemente del coronavirus, ha sido un desastre este año desde el Ministerio. Primero nos cambiaron el sistema, hubo un retraso tras otro y cuando todo parecía encajado, coronavirus", se queja. Le preocupa que está todo el proceso "paralizado". "Dicen que a la máxima rapidez cuando todo esto pase, lo resolverán. Pero este año han utilizado lo de máxima rapidez cada poco tiempo. Uno de los exámenes estaba previsto para junio, pero se está hablando ya de septiembre siendo positivos", explica.
Clases online
Las academias también han visto su actividad paralizada por el coronavirus. Muchas están optando por la fórmula de clases vía Skype o a través de otra plataforma online. El llamado "opozulo" en la jerga de los que dedican su jornada a estudiar oposiciones es más real que nunca.
Los futuros maestros, preocupados por las pruebas de junio
El 25 de marzo las comunidades autónomas se reúnen con la ministra de Educación para decidir qué se hace con las oposiciones convocadas para el mes de junio. Antía Domuro prepara las de Magisterio, concretamente la especialidad de Pedagogía Terapéutica. “Me preocupa que las aplacen y más que las cancelen. De momento intento estar tranquila y seguir mi rutina. No ha salido ningún comunicado de la Xunta, por lo que se mantienen para junio. Lo que se retrasó es el periodo de matriculación, que empezaba este lunes. Pero es lógico porque está todo paralizado. Me fastidiaría bastante que se cancelasen. No sería un año perdido porque iría mejor preparada el año que viene, pero es perder la oportunidad de poder trabajar este curso si apruebo. Intento mantenerme positiva, estudiar y no descentrarme con el tema”. Iria Aldomar estudia para Educación Secundaria: “O peche da biblioteca aféctame porque non me centro nada casa, pero sobre todo porque na biblioteca teño fontes de consulta como apoio aos apuntamentos”. Se encuentra “preocupada” porque se atrasó el plazo de inscripción en el proceso. Iago Santas ve la situación de los opositores de Educación desde el otro lado. Además de profesor, es preparador de futuros maestros. "A preocupación máis grande das miñas alumnas é a incerteza. A Consellería non fixo públicos ningún tipo de prazos e están no limbo de si se adian ou se cancelan as probas. Eu deixei de dar aulas dende o primeiro aviso, enviei material para que seguiran ao día, contando que ata a Semana Santa non se recupera a rutina", dice este preparador.
