PP, BNG y DO dispondrán un período de enmiendas de 10 días antes de que el plan llegue al pleno

La oposición podrá alegar el PXOM antes de su debate

Panorámica de la ciudad, con la imagen del cementerio de San Francisco. (Foto: JOSÉ PAZ)
La tramitación del borrador del Plan xeral de Ordenación Municipal de Ourense (PXOM) está ya en manos del secretario general del Consistorio, que ha decidido abrir un inusitado plazo para la posible presentación de enmiendas -una fórmula nunca aplicada hasta ahora pero que pretende ofrecer todas las garantías legales al documento-, con objeto de que los grupos de la oposición puedan alegar antes incluso de la comisión de pleno que decide los asuntos a tratar en los plenos, en este caso en el que se celebrará en noviembre y al que el grupo de gobierno pretende llevar el futuro PXOM.
De este modo, una copia del borrador que será aprobado en la junta municipal de gobierno del 3 de octubre, será facilitada, en formato cedé, a los portavoces de los grupos de la oposición, ese mismo día o al siguiente; siempre, eso sí, con el mismo compromiso de confidencialidad que se ha mantenido hasta ahora, aunque previsiblemente los grupos muestren la información a los asesores de los concejales, una figura ésta de la que ha dispuesto al menos el PP, para decidir la estrategia a seguir con la tramitación del documento. Son, en su caso, José Cudeiro (asesor de Baltar Blanco en la Diputación), José Luis Sousa (arquitecto técnico y exconcejal popular); José Jaime Vázquez (presidente del Colegio de Arquitectos de Ourense) y Luis Antonio Chao (arquitecto y exedil del PP en los años 80).


LAS ENMIENDAS

El plazo de 10 días permitirá a la oposición realizar aportaciones o correcciones, y la aceptación o la negociación de ellas por parte del gobierno local será determinante para que el Plan pueda ir al pleno de noviembre, puesto que no dispone de mayoría para imponer el orden del día de las sesiones.

Llegado el documento al pleno, habrá que someterlo a aprobación. Si se aprueba, sale a exposición pública por dos meses, será informado por todas las administraciones competentes y los servicios municipales y, después, se somete a aprobación provisional por el Concello pues será la Xunta la que dé el visto bueno definitivo. Si no se aprueba, entra en vigor el Plan de 1986 pero también cobrarán protagonismo, asegura el gobierno local, las múltiples reclamaciones por la anulación del planeamiento de 2003 y la ordenación provisional que ahora rige el urbanismo de la ciudad. Son reclamaciones, dice la edil de Urbanismo, que pueden sumar hasta 400 millones de euros, lo que supondría la 'quiebra' del Concello.

En paralelo a esta tramitación va el informe de sostenibilidad ambiental, el que debe garantizar que el nuevo PXOM cumple con la legalidad en esa materia.

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