LUCHA CONTRA EL BOTELLÓN

La ordenanza antibotellón, a la espera de un plan islandés aún sin contratar

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photo_camera Restos de un botellón en la Alameda.

El Concello no abordará su elaboración hasta tener todos los datos recopilados, algo que se podría demorar hasta 2019

La ordenanza para frenar el botellón en la ciudad tendrá que esperar, ya que se elaborará una vez se recopilen todos los datos que prevén los cuestionarios del programa islandés "Youth in Europe" que todavía no se ha puesto en marcha y que está a la espera de ser contratado, una misión de la que el departamento de Sanidad del Concello de Ourense se pondrá "desde ya", con la incorporación de la jefa de servicio, que tiene esto entre los asuntos "prioritarios".

La concejala de Sanidad, Sofía Godoy, confirmaba ayer que este mismo mes de enero se comenzará a abordar este programa, que todavía no está en marcha . "Hasta ahora habíamos agotado todas las partidas, pero con la entrada del nuevo año ya podremos abordar la contratación de ese servicio", aseguró Godoy.

Durante estos pasados meses ya han mantenido contactos con la corporación municipal de Tarragona, ciudad pionera en España en implantar parte de las medidas del programa islandés de prevención de consumo de alcohol y drogas. En esta localidad catalana consultaron a la totalidad de los jóvenes de 16 y 17 años que cursaban estudios en los institutos, sumando a 4.200 personas.

Ahora, parece que Ourense se pondrá manos a la obra siguiendo su estela, según confirman desde el gobierno local, aunque la elaboración de una ordenanza que regule el consumo de alcohol en la calle parece que se dilatará en el tiempo y podría demorarse hasta 2019, acorde a los plazos que se han seguido en Tarragona con la implantación del "Youth in Europe".

En la ciudad catalana, los expertos islandeses elaboraron un cuestionario de 40 preguntas (entre las que se incluían, aparte de las consultas de consumo de alcohol y estupefacientes, temas como la violencia de género o adicciones a las nuevas tecnologías). Los resultados de estas encuestas arrojaron datos que mostraban que el 30% de los adolescentes tarraconenses consumían alcohol regularmente, o que el 18% era usuario de cannabis.

En base a esto, esta localidad entregó los resultados al departamento de Antropología de una universidad, con el objetivo de interpretarlos. Si bien se unieron al plan en enero de 2017, los resultados y la toma de medidas, como la creación de patrullas de adolescentes antibotellón, no se hicieron públicos hasta octubre, 10 meses.

En Ourense, los pasos serán similares y, pese a estar ante un tema de salud público y orden ciudadano, no parece que haya intención de acelerar los plazos."La ordenanza va paralela al desarrollo del plan islandés, por lo que habrá que esperar a que este se ponga en marcha", afirma Godoy.

La proliferación de esta práctica quedó reflejada en Fin de Año y Reyes, aunque Godoy percibe que en la Alameda "ha bajado muchísimo" su concentración, lo que achaca a "las campañas de vigilancia policial y las de Sanidad". Sin embargo, los vecinos señalan que el botellón continúa campando a sus anchas. 

Los pasos a seguir hasta llegar a crear la ordenanza

Los pasos a seguir en la implantación del programa "Youth in Europe" configuran un escenario que tendrá que abarcar varios meses hasta que la ciudad pueda conformar una ordenanza antibotellón acorde a la que han implantado en otros lugares de España, algunas de ellas ya desde el año 2003. 

 En primer lugar, una vez que se contrate definitivamente el modelo islandés, –a la espera de contar con los fondos– se enviarán cuestionarios a los colegios, institutos, asociaciones....Una vez cumplimentada esa segunda fase, se procesarán dichos resultados "en Islandia", lo que podría demorarse varios meses. Una vez obtenidas las estadísticas correspondientes, se elaborará un plan con medidas concretas para implicar a toda la sociedad civil. 

Cuando se superen todos estos pasos, será el momento en el que se podrá abordar el diseño de la nueva ordenanza, "que no tiene por qué ser exclusiva contra el botellón, sino una ordenanza cívica", puntualiza Godoy, que incluya también el vandalismo y otra serie de actos nocivos de la juventud. 

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