La morosidad del Concello en la etapa de Gonzalo Pérez Jácome al frente del gobierno local empieza a crispar a los proveedores municipales, que ya amenazan con llevar al alcalde al juzgado.
La empresa Queiman y Pousa, organizadora de la “Noite do Medo” de Halloween, acumula ya siete meses sin cobrar y presentó el pasado 19 de mayo una reclamación previa a la vía contencioso-administrativa por el impago de los espectáculos de entretenimiento y amenización prestados.
En su día, la empresa ya había reclamado por la vía interna del Concello (a través de registro) el pago, al que las administraciones públicas están obligadas a hacer frente en un mes como máximo.
Tras la “demora injustificada”, recoge el documento, afirman haber contactado en persona con el propio alcalde ante la falta de respuestas, que dijo que le pagarían “tras la cita electoral” al no tener remanente disponible. Pero Queiman y Pousa se niegan a aceptarlo “porque no fue lo pactado”. Ellos han tenido que adelantar el pago a “50 técnicos y artistas” que participaron en el amplio despliegue del evento.
En caso de que el Concello no atienda en 30 días la reclamación de Queiman y Pousa abonado las facturas de la noche de Halloween (18.119,75 euros) y otra actuación del “Bruxo Queiman” en Termatalia (3.509 euros) del 1 de diciembre, se entenderá reconocido el vencimiento del plazo de pago y se formulará recurso contencioso-administrativo, aportando pruebas como “numerosas conversaciones de Whatsapp con el alcalde”.
Uno de los socios, Enrique Domínguez, que caracteriza al “Bruxo Queiman”, explica que pedirán una indemnización por la cancelación de otra actuación que tenían en el San Martiño y que “se suspendió por orden del alcalde dos días antes, justo cuando regresaba de México para la actuación, todo anunciado”.
En la empresa están “indignados” y aseguran que “nunca jamás vivimos un retraso tan grande en todos los concellos en los que actuamos”. Lamentan que al ser una compañía pequeña, estos impagos le hacen “pasarlo mal”. Y lo peor es, aseguran, la actitud mostrada por Jácome hacia ellos.
Ourense cerró el primer trimestre de 2022, según los datos publicados por el Ministerio de Hacienda, como la tercera capital de provincia española que más tarda en pagar a sus proveedores (67,36 días), más del doble de lo permitido. Solo Jaén y Granada superan a Ourense, que ha incumplido los 30 días de máximo que marca la ley durante todo el mandato.
