El mismo día dos personas denunciaron que echaban en falta objetos en su vivienda. En ambas casas trabajaba la mujer detenida y las piezas hurtadas eran todas de oro.
Francisca G.T., de 53 años, fue detenida por cometer dos hurtos en dos domicilios de la ciudad en los que trabajaba como empleada del hogar y, por estafa. La detenida utilizaba esta actividad para apoderarse de las alhajas.
Su detención se produce después de que el pasado 5 de marzo dos personas denunciasen la sustracción de joyas en su domicilio, por lo que los agentes procedieron a controlar los establecimientos de compra de metales preciosos. Localizaron 60 ventas de joyas realizadas por la detenida en el transcurso de dos años, aunque sólo se han podido recuperar las cuatro últimas piezas vendidas ya que el resto se procedió a su fundición.
La mujer, a la que ya le constaba una detención anterior, quedó en libertad en dependencias judiciales.
