Los forenses declaran que asfixió a ambas tras golpearlas cuando dormían
Los psicólogos de la Unidad de Valoración Forense, que interviene en los casos de violencia machista y realizan informes sobre la personalidad del agresor y su entorno socio-familiar, describieron ayer a Benito Quintairos (natural de Atás-Cualedro) como una persona "narcisista", "egoísta", con "gran capacidad para el engaño" y un "concepto elevado de sí mismo", aunque sin llegar a ser un enfermo mental.
Los técnicos hicieron esta descripción durante la cuarta sesión del juicio que se sigue contra Quintarios Folgoso en la Audiencia provincial de Vizcaya por la muerte de su mujer, Marí Luz Alejos, y su suegra, Amelia Rodríguez. "Sabía lo qué hacía, existe una racionalidad en los hechos que cometió", concluyeron los técnicos.
Ayer también testificaron los médicos forenses que practicaron las autopsia a los cadáveres de las dos fallecidas.
Benito Quintairos confesó durante su declaración ambos crímenes, pero ayer los forenses puntualizaron que ni su mujer ni su suegra tuvieron oportunidad de defenderse. El homicida, según relataron, las golpeó con una barra de hierro en la cabeza (este objeto aún no llegó a aparecer) y después posiblemente se colocó encima de ellas y las asfixió con sus manos. Los expertos, además del informe de las autopsias, también se fijaron en la sangre que había esparcida por el cabecero de la cama. Según su testimonio, si las mujeres estuvieron inclinadas, en el momento de ser golpeadas en la cabeza habría mucha más sangre en la parte superior del cabecero, sin embargo, la mayor parte estaba en la almohada, lo que, a su, entender indica que estaban en posición de dormir.
Por el estrado, también pasaron varios peritos, que explicaron al jurado (la vista es con jurado popular) que el crimen fue por motivos económicos (su mujer se negó a colaborar con él para amortizar las deudas que arrastraba la su empresa) y por una motivación sentimental, dado que mantenía una relación con otra mujer.
