Que los ourensanos vuelven en masa a casa por Navidad no es un secreto para nadie. Una provincia tradicionalmente exportadora de talento recibe en las fiestas todo esa ingente cantidad de personas de vuelta para ver a la famlia, pero sigue siendo incapaz de conseguir retenerlos.
La franja de los 20 a los 35 es crítica en la provincia, ya que ahí es donde se produce el efecto emigración para ir a la Universidad, un capital humano que, por lo general, no acaba volviendo. En los últimos 20 años, la provincia perdió 26.297 personas en esta franja de edad. Supone casi la totalidad de los 34.000 residentes que perdió Ourense en ese mismo periodo.
A esto se suma la crisis económica de principios de esta década, que azotó con fuerza y mandó no solo fuera de Galicia, sino de España a un importante colectivo de ourensanos.
Ya casi viven tantos ourensanos de nacimiento dentro de su provincia de origen que fuera de la misma. Los datos hablan por sí solos. Cada vez se estrechan más las distancias. Cuando se contacta con los que viven el exterior aluden siempre a lo mismo: más oportunidades para "lo suyo", mejores salarios, pero, casi nunca, afirman vivir mejor que en su tierra.
La grieta de los que se marchan se produce en la franja de edad entre los 20 y los 35 años, con 26.000 menos en 20 años
Merma el padrón
Los últimos datos del padrón municipal de habitantes ponen de relieve que en Ourense residen un total de 307. 651 personas, de los cuales solo 239.276 nacieron en la propia provincia.
Por otra parte, en el exterior –tanto otras provincias gallegas, como otras comunidades autónomas, como el censo de residentes en el extranjero– se contabilizan ya 233.071 ourensanos.
Son cifras prácticamente iguales y que se podrían superar en los próximos años, ya que el Padrón de Residentes en el Extranjero no deja de subir continuamente, con segundas y terceras generaciones de emigrantes. Por comunidades, Galicia se lleva la mayoría de ourensanos emigrantes (46.900), seguida de Cataluña (19.023), Comunidad de Madrid (15.528) y País Vasco (11.825).
En américa, a más
Fuera de los límites estatales, América, con 88.320 ourensanos, se lleva la palma en la comunidad exterior. Argentina (31.547), Cuba (13.473), Brasil (11.164) y Venezuela (11.162) son los país donde residente actualmente más ourensanos hay en el extranjero. Hay que sumar en Europa a los 9.508 que viven en Suiza, los 5.899 de Francia o los 5.560 de Alemania.
¿Volver a casa? Esto sería lo que más le gustaría, pero lo ve "bastante complicado". "Como matemático precisas empresas grandes e aquí hai poucas, e as que hai necesitarán catro matemáticos como moito". Vivir en Madrid también tiene lo suyo. "O aluguer dáche unha labazada boa. Se estivese en Ourense nunha empresa potente cun soldo menor cundiríame máis, seguramente", apunta Yordá. "Sen ningunha dúbida" volvería a Ourense,ya que considera: "Madrid é unha experiencia moi boa para unha etapa, pero é máis difícil para pasar toda a vida".
¿Más facilidades en la capital? "En Madrid se perdes o traballo tes relativamente fácil encontrar algo similar ao teu, e aquí..." En todo caso, confía en que la llegada del AVE "poida dar unha vantaxe competitiva a Galicia e a Ourense en particular ". Asimismo, también alude a que las empresas "teñen máis fácil atopar talento alá, polo que son máis reacias a moverse".
El regreso se perfila difícil, al menos a corto plazo, debido a que tiene más tiempo de compromiso en el país uruguayo. "Me encantaría volver, pero tal y como están las cosas en este sector no se puede garantizar que puede volver a corto plazo. Falta licitar obra pública, hay pocos presupuestos para infraestructuras...".
Allí en Sudamérica están viviendo una etapa dorada en cuanto a la obra pública, "porque son países en desarrollo, que necesitan mejorar infraestructuras y que son muy atractivos para trabajar como ingeniero". No ve claro el diagnóstico sobre lo que le falta a Ourense para despuntar. "Es complicado, pero está claro que hay que apostar por traer inversión a Ourense de alguna manera. El vino, por ejemplo, tiene mucho potencial para que grandes empresas apuesten por él".
"Me encantaría regresar a Ourense en algún momento, acabar mi años laborales aquí, sería lo que más me gustaría", concluye Sanjuán.