desaparecidos

Dos ourensanos faltan de sus casas, uno desde el 25 de julio

Los desaparecidos son una menor de Amoeiro y un vecino de de Nogueira de Ramuín

Las fuerzas de seguridad buscaban ayer a tres ourensanos después de que sus familiares denunciaran que no habían regresado a sus domicilios. A la menor Elisabeth Belmonte Villamarín (16 años), que tal como dio a conocer ayer este periódico no regresó el pasado día 28 a la casa de su abuela paterna en O Viso (Ourense) ni a la de su madre en Amoeiro, se sumó una nueva denuncia, la de Roberto Filgueria Doallo, de 41, residente en Valdopereiro (San Miguel do Campo, en Nogueira de Ramuín).

En ambos casos, Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local mantienen un operativo de búsqueda con el objetivo de localizarlos.


Veinte días


Roberto Filgueira Doallo ya se ausentó de su domicilio en Valdopereiro el pasado día 25 de julio cuando salió con un vehículo, un Volvo S60 de color gris, del pueblo y a día de ayer no había regresado. Vestía pantalón vaquero y una camisa a cuadros. Su familia distribuyó su foto y alertó de la desaparición a través de la redes sociales con el objetivo de que alguna persona pueda conocer su paradero o les ofrezca algún tipo de pista para poder localizarlo.

Los vecinos y efectivos de Protección Civil los estuvieron buscando en los últimos días dentro del mismo municipio ante la sospecha de que pudiera sufrir algún accidente. Mientras, la Guardia Civil alertó a todos los cuarteles y comisarías del territorio nacional por si logran identificarlo o interceptar el automóvil. Los agentes no descartan que el hombre se marchase del pueblo por voluntad propia.


Sin rastro


La desaparición de Elizabeth Belmonte es la que más preocupa a las fuerzas de seguridad al tratarse de una menor de edad. Centran la búsqueda en toda la provincia, ante la sospecha de que está oculta en una vivienda de conocidos o amigos.

La menor, el día que no regresó a la casa de su abuela, con la que convivía durante el curso escolar (es alumna del instituto Julio Prieto Nespereira) sustrajo, según fuentes familiares, joyas de oro de la vivienda.

Guardia Civil y agentes de la Policía Nacional vigilan las casas de compra-venta de oro ante la sospecha de que tiene previsto venderlas para disponer de dinero en efectivo. 

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