La Navidad llegó este viernes a las 19,10 horas a la ciudad. Esa fue la hora en la que se encendieron los más de 2 millones de puntos de luz que iluminarán toda la ciudad desde ayer y hasta pasado el día 6 de enero.
Vecinos de todas las edades se acercaron ayer a la Plaza Mayor para pasar una tarde con familia o amigos, aprovechando el evento navideño. Ya media hora antes, las terrazas de los establecimientos hosteleros estaban abarrotadas, y así se mantuvo durante todo el acto. El goteo de gente fue constante, llegando parejas, grupos de amigos y familias, protagonizando, en algunos casos, reencuentros esperados tras meses sin verse.
En la plaza también abundaban los vendedores ambulantes, a los que dirigían la mirada algunos niños reclamando a sus padres que les compraran un globo. Otra comunidad destacada fue la venezolana, que se desplazaron para acompañar al gran protagonista de la tarde, José Santiago Dopazo, un joven venezolano de 14 años con trastorno del espectro autista y alumno del Colegio de Educación Especial de O Pino.
Él fue el encargado de apretar “el botón nuclear” después de que la plaza corease al unísono una cuenta regresiva de diez segundos iniciada por el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome. El regidor ourensano aprovechó además para anunciar el programa municipal para estas fiestas. Lo más destacado fue que “por la situación sanitaria, será la hostelería la que lleve las riendas en fin de año y no habrá orquesta”, a lo que el público respondió con aplausos.
Tras el encendido, los móviles pasaron a ser los verdaderos protagonistas y los encargados de dejar constancia del espectáculo de luz y música (a cargo de la Chattanooga Big Band) de la plaza. Segundos después del encendido de las luces, los asistentes se percataron que, desde las ventanas del Concello salían copos de nieve artificial. Para terminar, la banda amenizó con su música la plaza hasta las 21,00 horas.
Pero no solo la ciudad dio ayer el pistoletazo de salida a las fiestas navidadeñas. La calle do Viso, en A Valenzá, fue el emplazamiento del evento en el concello de Barbadás. La animación empezó a las 18,30 horas, con una actuación musical para jóvenes y mayores y, a las 19,00, la misma hora que la ciudad, la Navidad llegó al concello de Barbadás.
Multitud de jóvenes, mayores y familias se acercaron a pasar la tarde con la música y el encendido del alumbrado pese a coincidir con el evento de la ciudad. Después del encendido, cerca de allí, en la Plaza Roxa, estuvo un elfo ayudante de Papá Noel recogiendo las cartas de los jóvenes del municipio para llevárselas directas a Laponia y poder traer los regalos más deseados por los más pequeños para estas fiestas.
