La provincia de Ourense vivió la noche del martes un contundente episodio de lluvia y viento que se mantuvo hasta primera hora de la mañana.
En cuanto a la lluvia, la peor parte se llevó Muíños, donde se acumularon hasta 53 litros por metro cuadrado de precipitación, seguido por Avión donde cayeron hasta 47 litros por metro cuadrado y en Leiro fueron 37 litros los registrados por cada metro cuadrado. Sin embargo, en algunas zonas de alta montaña como A Veiga o Serra do Eixe, permanecieron bajo alerta naranja ante la presencia de ráfagas de viento de hasta 193 kilómetros por hora.
En zonas como Lardeira, Carballeira de Valdeorras o Maceda la alerta amarilla por viento permaneció activa hasta primeras horas de la mañana,
En la capital, las precipitaciones fueron menos contundentes y se acumularon hasta 18,3 litros por metro cuadrado. A la par, el viento alcanzó los 26,03 kilómetros por hora. Pese darse mejores condiciones que en zonas más altas de la provincia, a lo largo de la noche se registraron dos incidencias que necesitaron la intervención de los Bomberos de Ourense. Una provocada por la caída de dos árboles a lo largo de la pista que se dirige a Outariz y, otra en relación a la acumulación de agua en las rotondas de Pardo de Cela, de A Ponte y de la calle de Lares Viales.
Horas más tarde, desaparecían las precipitaciones y el viento y se establecía estabilidad que se mantendrá hasta el viernes. "Lo peor ya pasó, fue un frente que llegó muy rápido, a mucha velocidad y con mucha energía para hacer daño", explicaba Ángeles Lago de Meteogalicia.
El viernes, se espera la llegada de una nueva borrasca de la misma tipología que la del martes pero de características más leves.
