TRANSPORTE

Ourense castiga con pérdida de viajeros las carencias ferroviarias

Los transbordos en autobús, principal causa de la pérdida de viajeros en 2019 (XESÚS FARIÑAS).
photo_camera Los transbordos en autobús, principal causa de la pérdida de viajeros en 2019 (XESÚS FARIÑAS).
Las averías y los recortes pasan factura: el año pasado fue el primero con bajón de pasajeros a Madrid desde 2007 

Renfe rompió su racha de crecimiento de viajeros de la estación de Ourense que venía registrandose de manera ininterrumpida desde hace más de una década en 2019, según los datos facilitados por el Gobierno al senador Jesús Vázquez Abad quien, en compañía de otros senadores del Partido Popular había solicitado un detalle pormenorizado de la evolución del número de usuarios del tren que tienen como origen o destino Ourense, ya sea en servicios de larga distancia, Avant y media distancia.

En la respuesta facilitada por el Gobierno se presentan unas cifras que por primera vez acusan una caída de viajeros en muchos años y focalizan la pérdida en la línea Ourense-Madrid, con 14.500 viajeros menos que en 2018.

Es una caída de algo más de un 5 por ciento de viajeros, que pasó de 275.200 en 2018 a 260.700 en 2019. La respuesta facilitada a los senadores del Grupo Popular carece de cualquier explicación o juicio de valor y se limita a facilitar ese dato, acompañado de otros, como los relativos al número total de viajeros de trenes de larga distancia (417.300), Media distancia (114.400), Avant (434.100) y el total de viajeros que subieron y bajaron en la estación de Ourense cuya cifra se acerca al millón (965.800).

Tramos clave

La mayor pérdida de viajeros se registró en la relación Ourense-Madrid, que por otra parte fue la más castigada debido a los cortes de circulación entre Ourense y Zamora en mayo y noviembre de ese año que obligaron a transbordos en autocar entre ambas estaciones, así como las numerosas incidencias ocurridas en el tren nocturno que, unas veces por falta de maquinista, otras por distintas incidencias de carácter técnico y de la vía, obligaban a realizar el viaje en autocar hasta Monforte.

El descenso, con ser pequeño, demuestra que la incidencia en factores como la calidad, la puntualidad, el número de frecuencias o la pérdida de servicios "espanta" a los viajeros que en esas circunstancias se lo piensan dos veces antes de subirse a un tren. Por el contrario, cuando se mejoran los servicios, aumentan las frecuencias y se reducen los tiempos de viaje, la reacción de los usuarios es automática. Se vio en 2008, el año en el que el tren diurno a Madrid acortó 50 minutos de tiempo de viaje al utilizar por primera vez la línea de alta velocidad entre Olmedo y Madrid. El número de viajeros creció un 25% en un año. 8 años después, en 2016, con un nuevo ahorro de tiempo y el paso de 4 a 7 frecuencias diarias generó el creciemiento más espectacular de toda la historia: un 67 por ciento en un año, pasando de 141.192 viajeros a 236.071.

Racha negativa

Durante los años siguientes el tren a Madrid iba ganando una media de veinte mil viajeros por año. Pero la racha se rompio en 2019 que no solo no ganó esos 20.000 que venía incrementando anualmente (una cifra que tendría que haber sido todavía mayor porque se preveía la reducción de 50 minutos en el tiempo de viaje), sino que tuvo una pérdida neta de 14.500. La pérdida de 2019 se suma a las que registró en los últimos 5 años en servicios de media distancia, las más significativas fueron de un 20 por ciento con O Carballiño y un 17% con Vigo.

La causa y el efecto

En pocas ciudades como en Ourense se observa la gran preferencia que tienen los usuarios del transporte por el tren. No hay más que ver las cifras que maneja desde hace décadas en Observatorio del Ferrocarril, un documento de estudio en el que participan entre otras instituciones y entidades Renfe y el Adif. Cada vez que se oferta una mejora al viajero, éste abandona otros modos de transporte y se pasa al tren. Del mismo modo, cuando lo maltratan, se escapa y vuelve al avión, el autobús o el automóvil propio.  Es una relación directa entre causa y efecto.

Los viajeros premiaron a Renfe cuando por primera vez en 27 años rebajó el tiempo de viaje entre Ourense y Madrid, en 2008 en 50 minutos. También en 2012 cuando entraron los Alvia en servicio y ahorraron otros 40 minutos y en 2016, cuando ahorró 20 minutos más y duplicó el número de trenes diurnos por sentido. El número de viajeros creció un 67%. Pero, con la misma facilidad que se crece, también se baja. Causa-efecto.

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