La memoria de los constructores ourensanos respecto a 2021 vuelve a poner de relieve la escasa capacidad inversora del Concello de Ourense respecto a las otras grandes urbes gallegas en los últimos años. En 2021, fue la ciudad que menos invirtió en obra pública y que menor gasto por habitante realizó. Así lo expone la Asociación de Constructores de Ourense en el documento presentado en su XLV Asamblea Ordinaria, con datos aportados por la Federación Gallega de la Construcción. En el mismo, desglosa toda la obra pública licitada por concellos y su inversión por habitante, lo cual permite dibujar una comparativa fidedigna de cómo está funcionando cada urbe.
Ourense en 2021
La principal conclusión del análisis de las siete grandes ciudades de Galicia es que el Concello Ourense ocupa el último lugar de la lista en licitación de obra pública en 2021, tanto por importe de licitación, 8,4 millones (frente a los 7,03 de 2020), como por la inversión por habitante, que es de tan solo 79,44 euros.
Las otras ciudades en 2021
Las restantes seis urbes gallegas superan todas los 10 millones de inversión y en más de 100 euros -incluso 200 en Pontevedra- la inversión por habitante. Vigo invirtió en obra pública 32,2 millones, A Coruña gastó 29,9 y Pontevedra 19,63. Les siguen Lugo (18,1 millones), Ferrol (10,44) y Santiago (10,3), quedando destacado a la cola Ourense (8,39 ). Además, en gasto por habitante Ourense se sitúa con mucha diferencia en el último puesto. El Concello solo invirtió 79,44 euros por vecino (algo más de los 66,57 del año anterior), muy por detrás de Pontevedra (235,8), Lugo (183,7), Ferrol (159,3), A Coruña (120,8), Vigo (108,6) y Santiago (105,3).
La inversión en 2022
Los críticos resultados que ofrece en licitación pública la ciudad de Ourense mejora, aunque muy tímidamente, en los primeros cinco meses de 2022, de acuerdo al informe de los constructores. El Concello “rompe su ya habitual tendencia a la baja” y entre enero y mayo licitó 2,7 millones de euros, con Xinzo de Limia a muy poca distancia, con 2,2 millones.
En todo caso, pese a la ligera mejoría, Ourense sigue muy por detrás de otras urbes gallegas en inversión, quedando en cuarto lugar tras Vigo (19,3 millones), A Coruña (9,2) y Pontevedra (4,1). Ocupa un puesto peor, el quinto de siete, cuando la comparativa de este arranque de 2022 se hace en euros invertidos por habitante, quedando en 26,06 euros, solo por delante de Santiago y Lugo.
Veinte obras desiertas por el alza de precios de materiales
El sector de la construcción advierte desde hace tiempo de la “peligrosa escalada” de los precios de los materiales. La Asociación de Constructores de Ourense ya alertó del incremento de costes, tensiones en la disponibilidad de materiales y la repercusión sobre nuevos proyectos y el impacto en la contratación pública, donde la revisión de precios “solo se aplica en contadas ocasiones y de manera excepcional”.
Solo en 2021, en la provincia se declararon desiertas, según este informe, 14 obras públicas, por importe de 5,3 millones debido a los sobrecostes. Un impacto “que se mantiene en los primeros meses de 2022 con la carencia y subida de materias primas, energía eléctrica, combustibles, colapso del transporte, roturas de las cadenas de suministro y, ahora, la guerra de Ucrania”, explican.
En este sentido, a las 14 desiertas en 2021 se suman otras 6 ya en 2022, incluyendo obras como el Parque Acuático de Monterrei o el Centro de Personas con Discapacidad. Estas dos últimas volverán a salir a concurso para elevar los precios, como se hizo también con la obra de implantación de Medicina Nuclear en el CHUO, declarada desierta en abril y que volvió a salir a concurso el 30 de mayo de con un importe de licitación mayor. En total, en estos dos años de crisis de precios ya se han caído hasta una veintena de obras por este problema.
Entre ellas, en 2021 la construcción y explotación de un área de servicio en la AG-53 en Maside, o, hasta en dos ocasiones ya la reforma de los hogares Arnoia y Limia en el Centro de Menores de Monteledo. También una decena de obras en los diferentes concellos ourensanos quedaron sin quién las hiciera.
