El Concello de Ourense afronta en este mandato un difícil desafío y, a la vez, una gran oportunidad para colocar los pilares de la óptima prestación de los principales servicios públicos, que están ya en precario o con el contrato a punto de caducar.
Transporte público, el ciclo integral del agua, la limpieza viaria o el servicio de aparcamiento regulado y la grúa están en juego. Son servicios que suman un gasto corriente anual de alrededor de 25 millones de euros, cantidad que seguramente se incremente con las futuras prestaciones, ya que en todos ellos se antoja imprescindible aplicar nuevas fórmulas y mejoras para lograr una mayor calidad, ahora comprometida por el paso del tiempo.
Su complejidad reside también en que los contratos que están en juego son de larga duración, por lo que acertar en las condiciones de los mismos es otro de los retos para evitar problemas en un futuro.
Transporte
Con el contrato caducado desde la primavera de 2015 tras 10 años de vigencia, el autobús urbano, que mueve alrededor de siete millones de viajeros cada año, anhela una revolución que permita modernizar un sistema que ahora cuenta con muchas rutas obsoletas, zonas sin la cobertura adecuada o una flota de autobuses vetusta.
Aunque en el contrato inicial se fijó una prestación económica para la UTE Urbanos de Ourense de 5,5 millones, la factura a la que hace frente el Concello suele ser más abultada cada mes.
Los servicios que ya han caducado se han quedado totalmente obsoletos, privando a los vecinos de conseguir mejoras
El anterior gobierno, del PP, culpó a la herencia recibida de los socialistas en este contrato por no haber realizado el trámite previo de enviar el anuncio a la Unión Europea para, un año después, estar en condiciones de licitar la concesión.
Sin embargo, superada esa traba tampoco se desbloqueó el tema, recogiendo el guante ahora el nuevo concejal de Infraestructuras, Miguel Caride, que se ha autoimpuesto aprobar en breve la ordenanza reguladora del servicio para proceder también a la adaptación del pliego técnico. Actualizar las líneas o abrir las rutas a los concellos limítrofes para mejorar la conectividad metropolitana o autobuses con más comodidades son algunos de los objetivos.
Grúa y ORA
En manos del Grupo Doal desde 2006, el servicio de ORA y grúa suma ya tres años y medio en precario tras convertirse en una de las concesiones más polémicas por la vinculación de la empresa a la Operación Pokemon, que acabó con la vida política del exalcalde Francisco Rodríguez y puso patas arriba el Concello desde septiembre de 2012.
Con un coste anual de unos 1,4 millones de euros para el Concello, la ORA se ha convertido en un foco de complicaciones para los usuarios, que se enfrentan a unos parquímetros obsoletos que solo admiten cantidades en metálico justas, con el pago de tarjeta sin ser una posibilidad real en muchas máquinas o la imposibilidad de aprovechar nuevas tecnologías como los smartphones para el pago o la identificación de matrícula. Mientras, Ourense soporta las tarifas y multas más elevadas de Galicia.
Agua
La concesión más duradera del Concello, que se adjudicó a principios de la década de los 90 del siglo pasado, está en precario desde hace unos meses y el concejal de Infraestructuras, Miguel Caride, reconoce que el nuevo contrato es casi la "joya de la corona" para moldear el futuro de la ciudad que, según los datos económicos, supone un pago anual al Concello de unos siete millones.
Además de la prestación de los servicios básicos de abastecimiento y saneamiento, los requisitos que se incluyan en el pliego serán fundamentales para acometer la renovación de toda la red del municipio, condicionada por el paso del tiempo.
Se da por descontado que el presupuesto que se debe destinar al servicio se incrementará, dado que se han puesto en marcha equipamientos como la nueva depuradora o la planta potabilizadora de As Coiñás, instalaciones que ahora mismo gestiona la empresa concesionaria, Viaqua.
Las obras que se incluyan en el pliego servirán también para avanzar en la aplicación del plan de movilidad, ya que a las actuaciones bajo tierra se sumarán también las intervenciones en superficie, para aprovechar el proceso. El departamento de Infraestructuras debe decidir todavía si crea una empresa municipal o vuelve a apostar por la gestión en régimen de concesión.
Limpieza viaria
A siete meses de que los diez años de contrato que en 2010 se firmaron con la UTE Ecourense (FCC, Copasa y Geseco) caduquen, el Concello se enfrenta ahora a la renovación de uno de los servicios que más percibe la ciudadanía, la limpieza viaria y la recogida de basura, que suponen cada año unos 10 millones para las arcas municipales.
La previsión sobre la limpieza es utilizar la prórroga de dos años a partir de marzo para preparar con tiempo el nuevo contrato
La Concejalía de Medio Ambiente perfila las condiciones que regirán el futuro concurso, aunque este departamento trabaja con la previsión, contemplada en el contrato actual, de hacer uso de la prórroga de dos años que permitiría modelar con calma el procedimiento para que la siguiente empresa concesionaria empiece a trabajar en tiempo y forma.
El modelo de recogida de residuos, las actuaciones en los núcleos rurales o las frecuencias de limpieza son algunos de los aspectos que más se han puesto en cuestión en los últimos meses, algo que el gobierno municipal trata de atajar con la entrada en vigor, a partir del 1 de septiembre, de nuevas condiciones incluidas en el plan anual de limpieza aprobado recientemente tras años de vaivenes administrativos.
