INFRAESTRUCTURAS

Ourense espera completar 15 obras clave hasta el año 2021

<p></p>
photo_camera Tramo inicial de las obras del enlace de la A-52.

Tras décadas de retraso, en el próximo trienio se avecina una decena de inauguraciones, así como el avance de obras clave como la A-56 o la A-76. Todo eso, si los plazos esta vez sí que se cumplen 

Cerca de una veintena de proyectos clave en las infraestructuras ourensanas tendría que estar a punto en los próximos tres años –horizonte de 2021–, algunos de ellos con más de una década de retraso; y estos próximos meses se antojan clave para que se puedan cumplir los plazos de muchos.

La punta de lanza de todo, y el asunto sobre el que gira desde hace años gran parte de la inversión externa en la provincia es el tren de alta velocidad. Así, tras años de retraso, todo apunta a que a finales de 2019 deberían estar en marcha los primeros trenes en prueba.

En las últimas semanas parece que han empezado a desbloquearse algunas de las obras para la ciudad y la provincia y, aunque sean (o parezcan) buenas noticias, la mayoría de ellas llegan acompañados de muchos años de retraso.


Los más recientes


El último de los proyectos que parece que ha empezado a avanzar es el centro para personas mayores de 21 años con discapacidad (CAPD), una vez que el pasado jueves fue escogido el diseño ganador. Ahora, se han dado ya fechas, y parece que 2020 será la escogida para su apertura.

Tras años de protestas de la plataforma Pro-CAPD, todo apunta a que se comienza a ver la luz y, según los últimos plazos, se podría cumplir el plazo marcado por el conselleiro de Política Social, José Manuel Rey Varela, de tenerlo lista "antes de que finalice a lexislatura" autonómica.

Esta noticia no supone el único empujón que recibía el pasado jueves la ciudad. Otra de las manidas obras que ha dado un nuevo paso es la Plaza de Abastos, para el cual se consiguió una subvención en 2015 y que en ahora podrá salir a licitación, después de meses de bloqueo administrativo en los despachos.


Ya en marcha


Siguiendo en la ciudad, hay más proyectos cuyas obras se han empezado a ejecutar en las últimas semanas o meses, como la mejora de la avenida Otero Pedrayo –la intención de la Xunta es que se acabe ya este año–, con la creación de dos nuevas rotondas ya visibles para mejorar el acceso al Campus, y que difiere del soterramiento incluido inicialmente en el Plan Xeral de Urbanismo; o la mejora integral de la OU-105, en Seixalbo, cuyas obras se iniciaron hace tres semanas y que podrían finalizarse antes de que acabar este año.

Un poco más al sur, otras de las obras que llegaron –aunque con años de retraso, ya que la primera consignación presupuestaria data de 2011– son las del ansiado enlace de la A-52 con el Polígono, que ya ejecuta la ourensana Copasa y que se espera que esté listo " a mediados de 2020", según avanzó la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez.

Pero en el horizonte se dibujan muchos retos, con proyectos largamente dilatados tras la grave recesión económica y excusas de cambios de Gobierno en Madrid, que han modificado plazos y esfumado responsabilidades en multitud de ocasiones.

La llegada del AVE, cuyo plazo de finales de 2019 no ha sido todavía modificado, pese a las serias dudas que plantean los plazos de algunos pliegos de contratación, es, sin duda, el momento más esperado, y no debería dilatarse más allá de 2020 para el uso corriente de los viajeros. También debería estar adaptada la estación intermodal, cuyas obras están a punto de comenzar . Además, el pasado mes de junio, Ferrovial se hacía con las obras de adaptación de las vías y andenes de la estación, para la llegada del AVE.

A estas alturas, deberían quedar días para dar el pistoletazo de salida a las obras del aparcamiento y la estación de autobuses, para poder llegar a 2020 con los deberes hechos.


En el cajón


Fuera de esto, otras infraestructuras esperan en el cajón a que se les dé luz verde, y cumplir así los plazos marcados. En ese punto se encuentra el primer tramo de la Variante Norte (Eirasvedras-Quintela), que tienen 2,5 millones de euros consignados en los Presupuestos Generales del Estado y que parece que no podrá ser licitado antes de finales de este año, ya que todavía se está a la espera del proyecto definitivo.

Sigue a la espera también, pese al inicio de la construcción en 2016, la circunvalación de O Barco de Valdeorras, que de licitarse ahora llegaría para 2021.

Los empresarios de Valdeorras, y especialmente los ciudadanos, también están preocupados por el futuro de la carretera que enlazará la N-536 y la N-120, cuyo presupuesto supera los 63,6 millones de euros, y por la A-76 (autovía a Ponferrada), cuyo primer tramo entre A Veiga de Cascallá y O Barco debería licitarse este año, al contar con partidas en las cuentas del Estado para ello, por lo que podría estar listas también en este próximo trienio.

En parecida situación se encuentran las obras de la A-56 (la autovía Ourense-Lugo), que con más de una década de retraso volvió a aparecer en los papeles. El tramo entre A Barrela y Sanmartiño, de 9,8 kilometros, está a medias, y se prevé que esté listo a mediados del próximo 2019.

Más allá de las carreteras, otra de las infraestructuras que se podría estrenar en próximas fechas es la nueva Biblioteca del Complejo de San Francisco. A falta de que se le dote de equipamiento, debería estar en funcionamiento como muy tarde en 2019. Y llega ya con retraso. El último plazo que se había dado para su puesta en marcha era antes de este verano.

En el mismo complejo se ubicará el Archivo Provincial, que podría estar en marcha en 2019, ya que fuentes del Ministerio de Cultura hablaban del mes de noviembre de este mismo año para la finalización de las obras. 

Te puede interesar