Tras días de visitas en masa a los cementerios para honrar a los familiares fallecidos -hoy se celebra el Día de Fieles Difuntos- entre nichos y flores, es hora de analizar también la otra cara de la moneda, la más optimista. Con el paso de los años, la esperanza de vida de los ourensanos aumenta y tras el retroceso provocado por la irrupción del covid el indicador ha vuelto a la normalidad, recuperando el terreno perdido.
Desde principios de siglo, la esperanza de vida de los ourensanos ha aumentado en casi tres años, pasando de 80,67 años en 2001 a 83,52 a cierre de 2021, con una profunda brecha entre lo que viven los hombres y las mujeres, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Ellas tienen una longevidad media seis años mayor que ellos (86,6 frente a 80,5), lo que consolida un diferencial importante entre ambos sexos, distancia prácticamente inalterable desde principios de este siglo XXI. En todo caso, tanto ourensanos como ourensanas viven más, de media, que la media española, situada en 85,8 para mujeres y 80,2 en hombres, configurando una media de 83,06 años de esperanza de vida.
Ourense ha conseguido recuperar ya la longevidad perdida por la pandemia. La aparición del covid provocó en 2020 un crecimiento sin precedentes de las tasas de mortalidad en todo el mundo, especialmente en las primeras oleadas, y la esperanza de vida se desplomó en casi todos los lugares, también en Ourense. En 2019, la esperanza de vida era de 83,57 años y se desplomó el año siguiente a 83,05. Tras la aparición de la vacuna y el considerable descenso en el número de muertos asociados a esta enfermedad, la esperanza de vida ya recuperó a cierre del año pasado la normalidad y la tendencia al alza, marcando 83,52 años como longevidad esperada.
Por provincias gallegas, Ourense es la segunda (tras Pontevedra) con mayor longevidad, mientras que por ciudades, Ourense se sitúa por detrás de Santiago y Vigo.
Uno de los indicadores más descriptivos de la esperanza de vida de los ourensanos se hace discriminando las cifras por niveles educativos, con una clara diferencia entre los ourensanos con estudios superiores y los que tienen solo estudios primarios, cuya esperanza de vida es de tres años más en el caso de los primeros. Esos datos van en la línea del estudio realizado por investigadores españoles, y publicado en la revista Nature recientemente, que analizó la esperanza de vida en España por provincias, apreciando que la población que vive en zonas más favorecidas tiene una longevidad de hasta cuatro años más que los que residen en zonas menos pudientes.
