El mejor saldo migratorio de la historia pone una dosis de optimismo y confirma a la provincia como receptora de inmigrantes
El gran impulso que da la población extranjera inyecta optimismo en la demografía ourensana. La supervivencia y la reversión de la actual tendencia a la despoblación, que los expertos atribuyen a la llegada de gente nacida en el exterior, parece empezar a surtir efecto. El 2018 se cerró en la provincia con el mejor saldo migratorio del a última década y la mayor llegada de extranjeros de siempre, superando las épocas de bonanza precrisis.
Los buenos datos de inmigración hacen de paliativos, pero apenas sirven para amortiguar la caída de habitantes en la provincia, agudizada por los peores datos de natalidad de la historia. Cada semana, el censo se incrementa con 51 personas llegadas del exterior, de las cuales 20 son retornados españoles.
Venezuela, Brasil, República Dominicana, Cuba, Portugal, Rumanía, Marruecos, Italia y Senegal son los países de procedencia de la mayor parte de estos nuevos ourensanos, que permiten divisar el futuro con mejores perspectivas.
Incorporaciones diarias
Cada semana ingresan en la cifra de residentes ourensanos 14 personas de nacionalidad venezolana (356 en un semestre) y 8 procedentes de Brasil (209 en seis meses). Son los dos países con una mayor fluctuación de personas hacia la provincia. También llegaron en los últimos seis meses 63 dominicanos,52 cubanos, 40 italianos o 30 marroquíes. En total, en el último semestre de 2018 llegaron 1.976 personas del extranjero; la cifra más alta de la historia, mientras que en ese mismo periodo que se fueron tan solo 620 personas, la cifra más baja desde el 2008.
Las estadísticas no dejan lugar a dudas. El saldo migratorio con el extranjero–diferencia entre los que se van y los que llegan– ha sido el más alto de siempre: Y no solo por la llegada de gente de fuera, sino que también se ha acelerado con creces la vuelta a casa de muchos –los denominados retornados–. Durante el último semestre, cada semana hubo 31 retornados, mientras que solo 11 se marcharon allende las fronteras españolas.
"La inmigración es lo único que puede afectar a la natalidad a corto plazo", explica el doctor en Sociología del Campus, Alberto Saco. La sociedad es "non natalista", ante lo cual traer "de forma ordenada inmigrantes", pequeños grupos de gente joven, es la solución a largo plazo para las dramáticas cifras de nacimientos, apunta el catedrático de Análise Xeográfica Rexional, Rubén Camilo Lois.
Parece que la receta de los expertos empieza a funcionar. De hecho, los 307,879 habitantes a 1 de enero de 2019 e la provincia consiguen batir las proyecciones realizadas hace un año por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que situaba a estas alturas una probabilidad de caer hasta 307.300 vecinos. Así, la realidad superó en 600 personas a las hipótesis planteadas por los expertos del INE en base a ciertas variables sociodemográficas.
El flujo de llegada de venezolanos se ha incrementado por cinco en los últimos 10 años. Así lo certifican los datos. Los 356 llegados en los últimos seis meses de 2018 contrastan con los 73 que llegaban en ese mismo periodo una década atrás.
Prácticamente todas las nacionalidades llegan con mayor empuje ahora a Ourense. Salvo el colectivo de personas procedentes de Rumanía –alcanzar el peor semestre en llegada de personas de esta nacionalidad de toda la década– y Portugal –la mitad que hace 10 años–, el resto de principales nacionalidades de origen alcanzan máximos (Venezuela, Senegal, Italia, Marruecos, Cuba, República Dominicana, Colombia) en el cómputo de llegadas.
La cruz
Sigue en el debe ourensanos frenar la sangría de los que se marchan a otras comunidades autónomas de España. Si la batalla con el extranjero parece ganada, en el último semestre se marcharon 47 más de los que llegaron de otras partes del país.
Más extranjeros que en la España vaciada
La esperanza de que los inmigrantes puedan contener la sangría demográfica pone a Ourense en buena posición frente a otras provincias de la España vaciada. Según los datos actualizados por el INE, un 12% de los residentes ourensanos nacieron en el extranjero, una cifra que desearían otras provincias, como Zamora, que parecen tocar fondo. En la provincia vecina apenas un 5,8% de los residentes nacieron fuera deEspaña. En Soria igualan las cifras ourensanas (12% de nacidos en el extranjero), pero otras provincias de la España Vaciada no llegan a estas cifras Teruel (11%), Salamanca (7%) y Palencia (6%), León (7%), Cáceres (5%) o Asturias (7,5%). La diferente visión natalista de los que llegan de fuera se perfila como ayuda para mitigar la crisis demográfica.
