La despoblación y la crisis del pequeño comercio llevan a colocar a Ourense en la cifra más baja de autónomos adscritos a esta rama y liderar la caída en el sector en toda España en los últimos cuatro años. La Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) incidía este martes en el problema que viven los autónomos dedicados al comercio en la España Vaciada.
La ATA esgrime los datos comparados del Registro de Trabajadores Autónomos entre noviembre de 2015 y el de este año, donde se recoge un descenso del 11,7% en la provincia, el más grande de toda España, seguido por Palencia (-11,1%), Burgos (-10,2%), Huesca (-9,6%) y Guipúzcoa (-9,2%).
En Ourense se produjo una caída de 741 autónomos de pequeño comercio en los últimos cinco años ligados al comercio, situándose a cierre de noviembre en 5.565. La caída de los trabajadores por cuenta propia ligados al comercio es una constante en toda España, donde en cuatro años cayeron un 4,2%, un total de 33.732 autónomos menos; en Galicia, la reducción fue del 7,3%.
"El comercio se enfrenta a grandes retos como son la venta online y la digitalización, que va a obligar a los comerciantes a renovarse. No se volverán a recuperar aquellas cifras precrisis", señaló Lorenzo Amor, presidente de ATA, que pone el punto de mira del sector precisamente en los territorios más acosados por la despoblación.
"Cuando en un pueblo se cierra el pequeño negocio el pueblo muere, y cuando no se dan oportunidades reales de emprendimiento y relevo generacional en esos mismos pueblos, los jóvenes se marchan y los comercios pierden toda posibilidad de clientes. Donde se cierra un comercio se pierde la vida del pueblo. Es un círculo que debemos romper", añade Amor.
En cuanto a la cifra global de autónomos, incluyendo el resto de sectores, cerró noviembre con 23.607, la segunda cifra desde que hay datos, solo por delante ligeramente de las cifras de octubre de este año, cuando se tocó fondo, reduciéndose a 23.608. En el último año, Ourense perdió 511 autónomos.
Francisco Javier Pérez Bello, de la Federación de Autónomos de Galicia, cree que "la parálisis es evidente y la sangría también" y resalta "inseguridad jurídica, elevados tipos impositivos, apoyos alocados al emprendimiento que se ven abocados al fracaso y ausencia de verdaderos apoyos a los autónomos que resisten y continúan en activo" como factores.
