La declaraciones del conselleiro de Sanidade durante la pasada semana dejaron a los habitantes de Ourense esperanzados. Confiaban en que hoy, viernes, la ciudad bajase al nivel 2 por la evolución de la pandemia. Ayer, el presidente de la Xunta enfrió los ánimos y aplazó para la semana que viene la toma de decisiones para las ciudades gallegas. Se confirmó tras la reunión del comité clínico. Toén y San Cibrao sí ven relajadas las limitaciones, pero la ciudad de As Burgas tendrá que esperar.
García Comesaña ha destacado que la tendencia de Ourense es "francamente buena". Las limitaciones funcionan (y el tiempo, con el territorio como pionero en Galicia). La tasa en la ciudad ha bajado ha bajado de 204 a 149 casos en las últimas dos semanas. Pero entonces, ¿cuáles son los motivos para no reabrir Ourense?
La estabilidad. Así lo ha confirmado el conselleiro, que quiere que los datos positivos tengan unos días más de continuidad para aligerar las prohibiciones. "En cuanto constatemos un poco más de estabilidad, podrán pasar a nivel 2", manifestó Comesaña, que ha pedido un poco más de paciencia a los ciudadanos y los ha animado a no bajar la guardia en este momento. Además, y también como argumento para priorizar "la prudencia", el responsable de Sanidade alegó el elevado porcentaje de población de riesgo (por edad) que hay.
Y es que Ourense fue la punta de lanza de las restricciones en Galicia. Hay que remontarse al 19 de septiembre para ver las primeras limitaciones, que llegaron a cuatro calles del barrio de O Couto (Jesús Soria, Antonio Puga, Doctor Fleming y avenida de Portugal hasta el cruce con Irmáns Xesta). A partir de ahí se fueron ampliando en la capital y su área de influencia.
- 19 de septiembre: cuatro calles de O Couto restringidas.
- 24 de septiembre: el barrio de O Couto con límites de aforo.
- 3 de octubre: se prohíben las reuniones de no convivientes en la ciudad.
- 8 de octubre: cierre de Ourense y Barbadás.
