La tasa es la peor de Galicia, pero se salva la ciudad, donde los domicilios con descendencia superan a Coruña o Santiago
Las dentelladas demográficas que sufre la provincia se manifiestan a través de muchos datos. Uno de ellos es saber cuántas personas viven en cada hogar. Pocas en general, obviamente, dada la caída de población, pero lo más llamativo es que ya hay tantos hogares en los que viven parejas sin hijos como aquellos que sí los tienen. Según un informe del Instituto Galego de Estatística (IGE), sobre la encuesta estructural de los hogares a 31 de diciembre del 2016, en la provincia en el 28,13% de los hogares vive una pareja con hijos y en el 28,10% habita una pareja sin descendencia. Es decir, empate técnico.
Es, con mucho, el peor dato gallego en ambos conceptos. En A Coruña el porcentaje de hogares con parejas sin hijos es del 24,14%, mientras que en Lugo el indicador se queda en el 23,87% y en Pontevedra representan el 22,57%. No da tregua tampoco la cifra de hogares con descendencia. En A Coruña hay un 32,40%, un 30,13% en Lugo y en Pontevedra, un 34,62%.
¿A qué se deben estos datos? ¿Son consecuencia de una deriva demográfica o interviene la decisión de algunas parejas de no tener descendencia? Alberto Vaquero, profesor e investigador en el Departamento de Economía Aplicada de la Facultad de Ciencias Empresariales percibe dos variables: "Una decisión personal de muchas parejas jóvenes, pero condicionada en gran medida por los importantes gastos que supone tener hijos y su incapacidad económica de muchas parejas para poder mantenerlos, cuestión que en cierta manera puede observarse en toda la geografía española".
La falta de ingresos o de seguridad económica, entre los motivos que perciben los expertos para explicar la situación
Como segundo factor destaca "la delicada situación demográfica que podemos estar viviendo en nuestra provincia". En resumen, "la primera causa es de naturaleza general, la segunda, específica".
La justificación demográfica es determinante, entre otras cosas porque en 2016, en el 28,7% de los hogares ourensanos residía una persona de 65 o más años y en el 20,8% dos o más, frente a la media gallega del 24,5% y 17,9%, respectivamente. "Precisamente esto nos permite volver a incidir en el grave problema de envejecimiento demográfico que tenemos", agrega Vaquero. Otro dato: en el 81,73% de los hogares ourensanos no vive ningún menor de 16 años.
Ciudad
Sin embargo, hay un pequeño oasis en este desierto demográfico provincial. La ciudad, en comparación con el resto de las urbes gallegas, salva sus números, por lo tanto el grave problema social está en la despoblación del rural ourensano. Un 33,6% de los hogares urbanos habitados por parejas tiene hijos, situándose en este indicador por encima de Ferrol (27,90%), A Coruña (29,57%), Santiago (28,81%) o Pontevedra (32,64%). Se queda por detrás de Vigo (34,62%) y de Lugo (35,76%).
Además, en un 23,97% de los hogares de la capital vive parejas que no tienen descendencia, situándose en esta ocasión en las cifras medias del resto de ciudades gallegas.
También llama la atención la cantidad de personas que por elección u obligación viven solas en la ciudad. Los datos oficiales indican que un 22,11% de todos los hogares de la ciudad está habitados por una única persona.
