Ourense no se detuvo durante el estado de alarma. No, al menos, según un estudio del INE, que sitúa a la provincia en el "top ten" nacional en lo que a desplazamientos se refiere. El rastreo de teléfonos móviles ha permitido averiguar que los ourensanos, en términos relativos, se desplazaron más que madrileños, cántabros o sevillanos durante el confinamiento. Entre un total de 50 provincias y 2 ciudades autónomas, quedó solo por detrás de Zaragoza, Barcelona, Valencia, Gran Canaria, Bizkaia, Álava y Pontevedra, y a la par de A Coruña.
En cuanto a los datos por comunidades autónomas, Galicia acapara el mayor número de desplazamientos por cada mil habitantes solo después del País Vasco. Así se desprende de un informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística que indica el porcentaje de personas que abandonaron cada día su área de residencia entre el 16 de marzo y el 20 de junio de 2020, mientras duró el estado de alarma.
Para evaluar la movilidad, desde el INE emplearon datos geoestadísticos aportados por los tres principales operadores de telefonía móvil en España: Telefónica, Orange y Vodafone, que suman casi el 80 por ciento de la cuota de mercado.
El INE ha analizado los cambios en la ubicación de los teléfonos móviles para comprobar desplazamientos entre distintas zonas o si se permaneció en el área de residencia.
Con esta nueva técnica para evaluar la movilidad se espera sustituir los tradicionales métodos a partir de censos de población.
El INE, que ya prepara un nuevo estudio sobre la situación actual, reconoce cierto margen de error: con este sistema no pueden detectar movimientos esporádicos, las ubicaciones pierden precisión en zonas rurales y tampoco se tiene en cuenta a turistas con tarifa extranjera.
La circulación volvió en tiempo récord a la vieja normalidad
Un nuevo informe de la Dirección General de Tráfico estima que la circulación de vehículos descendió en Galicia hasta un 83 por ciento de media entre el 30 de marzo y el 12 de abril de 2020, cuando las restricciones a la movilidad eran más severas.
Esta caída fue más intensa para el rural y pequeñas zonas urbanas, mientras que el número de accesos a las grandes ciudades no bajó más del 80,94% en ninguna jornada.
La provincia donde más se redujo la movilidad fue la de A Coruña, mientras que Ourense no se vio tan afectada y volvió a la normalidad en cuanto finalizó el estado de alarma decretado por el Gobierno, detectándose un volumen de circulación solo un 3% por debajo de los niveles registrados en años anteriores.
