Ourense superó ayer los 32 grados y Leiro fue, junto a un pueblo de Huelva, la localidad que registró la temperatura más alta de España, 32,6 grados. Le siguen Córdoba y Badajoz con 31 grados cada una, pero las máximas de la provincia se llevan la palma.
Hoy y mañana los termómetros continuarán su ascenso y podrían alcanzar los 35 grados. Susana Bayo, meteoróloga de Telemiño, señala que esta subida se produce porque la provincia está bajo los efectos de una dorsal: “Esto favorece que se forme una corriente por la que entra aire caliente del sur”, explica. Sin embargo, este fenómeno se irá desplazando hacia el este y el martes “dejaremos de estar tan influenciados por ella por lo que bajarán las temperaturas”, señala la meteoróloga.
Sin embargo, aunque esta dorsal anticilónica se mueva, Bayo afirma que seguiremos bajo una influencia anticiclónica al menos hasta la mitad de la próxima semana. Ayer, la combinación de calor con el fin de semana animó a muchos a pasar la jornada en las zonas de recreo de la ciudad.
El año hidrólogico está perdido. Hace semanas que los expertos advierten sobre ello. “Aunque podría llover será hacia el verano y aún así va a ser muy difícil recuperar lo que no cayó en enero y en febrero”. La provincia está en niveles “muy secos”, según la Agencia Estatal de Meteorología. Un nivel más preocupante y prolongado en el tiempo que el de 2017, año de grandes incendios. En conjunción, los embalses de la provincia permanecen al 48%, casi a la mitad de lo que deberían estar para afrontar la temporada estival.
Dada la situación, Viaqua recomendó esta semana restringir el consumo de agua y hacer un uso racional de este recurso, ya que la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil ha declarado la prealerta por sequía en Ourense.
