Las franjas de edades intermedias sufrirán en la próxima década descensos de casi un 20% de población en la provincia
La desaceleración del declive demográfico que supondrá la llegada de inmigrantes para Ourense no esconde una realidad muy dura y difícil de digerir, la falta de niños y adolescentes, ese relevo imprescindible para garantizar el futuro.
Las recientes proyecciones de población elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) dibuja un panorama en el que, en una década, los jóvenes de hasta 15 años supondrán ya menos del 10% del total de residentes, un porcentaje que irá descendiendo todos los años hasa situarse en 2033, último año que se recoge en el análisis, en un 9,37%.
En paralelo, la estadística refleja un considerable incremento de la población que superará la barrera de los 65 años, que en solo década y media pasará de pesar un 31,2% respecto al total a un 36,2%. ¿Qué supone esto? Que por cada ourensano de menos de 15 años habrá casi cuatro de más de 65 en 2033, cuando en la actualidad la proporción es de tres a uno.
En este sentido, la barrera simbólica de los 100.000 mayores de 65 años en Ourense se rebasará, si se cumplen las previsiones del INE, en 2030, mientras que la población que incluye niños y adolescentes bajará de los 30.000 (ahora hay 32.575) en solo ocho años.
Nacimientos
Para explicar esta continua disminución de la población infantil hay que observar la evolución prevista de las cifras de natalidad, que en cada actualización estadística avanzada hasta la fecha se sitúa en mínimos históricos.
La previsión de la llegada de más inmigrantes desde el exterior en los próximos años no supondrá un cambio de tendencia, ya que el trabajo elaborado por el INE recoge que los nacimientos se irán desplomando hasta caer por debajo de los 1.400 al año, cuando el suelo ahora está fijado en 1.683, a partir de 2029.
Activa
Todo esto tendrá claras consecuencias en la masa en edad de trabajar que quedará en la provincia con el paso de los años. Mientras que a día de hoy más de 180.334 personas tienen entre 16 y 64 años, lo que considera población activa, y suponen el 58% del padrón total, las proyecciones elaboradas por el INE rebajan a un 54% el porcentaje de residentes de entre 16 y 64 años, quedando únicamente 153.990 personas en esta franja.
Por tramos de edad en la población activa, como ya se viene notando en los últimos años, la mayor pérdida se registrará entre los 16 y los 40 años, franja en la que en 2033 habrá casi un 19% menos de personas, mientras que la reducción será de algo más de un 11% entre los 41 y los 64 años.
Edad media
Otra variable que no dejará de crecer es la edad media de la población ourensana, la primera que rebasó los 50 años. La última proyección establece que en el 2033, este registro ascenderá ya por encima de los 53 años.
Las ourensanas, madres cada vez más tardías
Si en 2016, la estadística de natalidad reflejaba que ya una de cada diez mujeres tenía un hijo con más de 40 años, la tendencia se acrecentará en la próxima década y media, atendiendo a otra de las variables que analiza el Instituto Nacional de Estadística como es la generación de las madres.
Así, en 2032 se prevé que el porcentaje de mujeres que den a luz a alguno de los 1.390 bebés y haya soplado ya al menos las 40 velas supondrá más del 11% del total.
En la década de los 90 del siglo pasado, solo el 1% de las madres tenía más de 40 años.
Los cambios en los hábitos sociales o la precariedad económica y en materia laboral son algunos de los factores que explican esta situación. Desde el colectivo sanitario recuerdan que, aunque cada vez existen mayores garantías, los riesgos a la hora de afrontar la maternidad se multiplican a partir de esa edad.
