Ourense tiene la cifra más alta de ocupados en diez años

El sector terciario, sobre todo el comercio, sigue siendo uno de los pulmones de la ocupación. MARTIÑO PINAL
photo_camera El sector terciario, sobre todo el comercio, sigue siendo uno de los pulmones de la ocupación. MARTIÑO PINAL
La mayoría de los índices crecen, pero cae el número de empresarios con empleados y autónomos

Pese a la incertidumbre y los vientos de crisis que arrecian, la estadística oficial certifica buena salud laboral en la provincia. Tanto es así, que se confirma el mayor número de ocupados de la última década. Un análisis de alguno de los parámetros de la reciente Encuesta de Población Activa (EPA)  lo pone de manifiesto: a 30 de septiembre de este año había en la provincia 117.100 ocupados, mientras que la media del 2012 fue de 112.900. Traducido a tasas: la actual es del 43,6%, frente al 39,2% de hace diez años.

Eso sí, las cifras de ocupación en Ourense, pese a tener un crecimiento leve pero sostenido, aún son las más bajas de Galicia y España.  Todas las provincias gallegas están por debajo del 50% y la media española está en el 51,4%.

Los datos también cuestionan uno de los sambenitos de la provincia, la escasa vinculación juvenil con el empleo, ya que entre 25 y 29 años están ocupados el 70,6%, un rango de edad en la que concluye parte de la formación y se asoman al mercado laboral. Es casi tan importante esa tasa como la que se registra entre los 50 a 54 años (72%), momento en el que se puede alcanzar la plena madurez profesional. Por otra parte, la tasa mayor de ocupación se da entre los 40 y los 44 años, con un 84,4%, también la mejor de la última década.

PINCHAN LOS EMPRESARIOS

Los datos también evidencian la escasa propensión al riesgo empresarial o a ser trabajador por cuenta propia. De forma imparable cae la cifra de empresarios con asalariados hasta los 6.300, mientras que hace diez años se contabilizaban 8.900. En el epígrafe de trabajadores independientes o empresarios sin asalariados el panorama no mejora ya que se contabilizan ahora 14.800 personas, frente a las 18.800 de media del 2012.

David Martínez, presidente del colectivo de profesionales y autónomos de la provincia, observa “la tendencia en Ourense hacia la falta de iniciativa autónoma”. Agrega que la estadística “refleja el dato inestable de los autónomos mayores de 50 años, muchos de los cuales continúan por motivos de cotización o como única alternativa al final de su carrera”.  

Sin embargo, destaca que “la tendencia global indica que el autónomo será el futuro, con un modelo todavía a desarrollar, pero aún muy lejos de que se reflejen en los datos y estadísticas actuales”.

Los ourensanos prefieren trabajar para el sector público, aunque en la iniciativa privada también suben los números. Los asalariados de la Administración y entes adscritos llegaban a los 24.400 al finalizar septiembre, una cifra que crece desde los 22.300 de hace diez años. Alberto Vaquero, profesor de la Facultar de Empresariales del campus de Ourense, dice que “las cifras siguen sin dar respiro a las personas que deciden  ser sus propios jefes, tanto si tienen trabajadores como si no”.

Percibe que se trata de una actividad de “alto riesgo” donde si cabe la incertidumbre  que recorre la economía “es incluso más patente, ya que no tienen  ingresos fijos, sino variables, a diferencia de los asalariados”. Para corregir esta deriva Vaquero pide medidas “que palíen la situación de los trabajadores asalariados sino también de este colectivo”. 

En un estudio hecho por las universidades de Santiago y Vigo se concluía que “es necesario realizar un diseño más  específico y adecuado de ayudas a cada rama de empleo al tratarse de un colectivo muy variado de las ayudas”. 

SIN MEDIDAS

Los  autónomos no están muy satisfechos con las medidas de apoyo  existentes, según el informe. El 49 % de los consultados declaró haber solicitado algún  tipo de ayuda al inicio de su actividad, básicamente de carácter  autonómico. Los principales motivos para no pedir ayudas son “las dificultades para poder cumplir con los requerimientos» solicitados en  las convocatorias”. Además, se incide en “la necesidad de dar ayudas no sólo al inicio de la actividad, sino para apoyar el crecimiento de  los negocios.”

Por su parte, el sector privado se sigue echando sobre sus hombros la mayor parte de la estructura laboral, con 70.600 ocupados, frente a los 61.700 del ejercicio del 2012, si bien ha sufrido sobre todo en la época de la pandemia, perdiendo 9.200 ocupados en el 2020 en relación a la cifra actual.

Por ramas de actividad, los últimos datos hacen referencia al peso determinante que tiene el comercio en la provincia, con 21.000 efectivos en la actualidad, ligeramente por encima de los 20.100 de hace diez años. La industria manufacturera se sitúa a continuación, pero en esta ocasión para acusar un duro retroceso como consecuencia de la falta de materias primas y la crisis de la energía, pasando de 16.500 en el 2012 a los 14.300 de la actualidad. 

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