ECONOMÍA

Ourense, única provincia gallega en la que el crédito sigue en caída libre

Los ahorradores protegen su dinero en los bancos, que en junio tenían 8.393 millones, 230 millones más que en diciembre 

Las costumbres de la economía doméstica ourensana no alteran los tópicos: guardar mucho, gastar poco. Y mucho menos si el desembolso supone hacerlo mediante un préstamo. El Banco de España acaba de hacer públicos los datos de depósitos y créditos, relativos a junio de este año y una comparativa con la misma estadística a 31 de diciembre determina que Ourense es la única provincia en la que cae la cifra de créditos. A su vez, crece el volumen de depósitos en las entidades, un hecho también percibido en el resto de Galicia.

A 30 de junio los préstamos concedidos en la provincia sumaban 3.106 millones de euros, mientras que a 31 de diciembre del 2017 la cifra era de 3.283 millones. Es decir, 177 millones menos en seis meses. Entre ambas fechas en A Coruña el crédito creció en 1.549 millones de euros; en Lugo, en 9 millones y en Pontevedra subió en 105 millones.

El caso ourensano es aún más paradigmático si alejamos el foco y tomamos perspectiva. En el año 2008, el último del ciclo expansivo de la economía, los ourensanos tenían créditos bancarios por valor de 5.578 millones de euros; o lo que es lo mismo: casi el doble del valor de los préstamos actuales.

¿Desconfianza en la economía o una costumbre enraizada en Ourense? Los ahorradores de la provincia han engordado el pasivo de las entidades financieras y lo siguen haciendo. A 30 de junio de este año el mercado financiero tenía a buen recaudo 8.393 millones de euros procedentes de familias y empresas de la provincia, 230 millones más de los que había seis meses antes. En general, también en el resto de Galicia los bancos han aumentado sus depósitos. En A Coruña, entre diciembre del 2017 y junio de este año los ahorros crecieron en 3.811 millones de euros. En Lugo, la cantidad creció en 331 millones y en Pontevedra en 1.256 millones. Se da además la paradoja de que esta situación se produce en momentos de política financiera aparentemente antagónica. En Ourense crece el volumen de depósitos justamente cuando los bancos apenas priman el ahorro. Por el contrario, los créditos han mejorado sus condiciones pero los ourensanos prefieren la política del pago al contado. O incluso consumir lo mínimo. 

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