Los comerciantes de Ourense empiezan este mes de febrero con la mirada puesta en el final del período de rebajas de invierno 2023. Una campaña que se ha caracterizado por sensaciones agridulces en el sector, debido a los factores económicos adversos que han impactado, sobre todo, en el comercio local. La inflación, la subida del precio de los carburantes y el encarecimiento de la lista de la compra han condicionado las compras de la ciudadanía ourensana en este período de descuentos invernal.
Sobre esta situación se pronuncia Luis Rivera, presidente de la junta directiva del Centro Comercial Aberto Ourense Centro. Rivera destaca, respecto a cómo avanza la campaña comercial, que “es una sensación ambigua”. No obstante, se muestra optimista con los datos de ventas que saldrán al cierre de la campaña, además confiesa que no se puede dar un veredicto unánime para todo el comercio del centro de Ourense: “Todo depende del sector, en el caso del textil o el calzado está yendo bien”, apunta el presidente.
Esta campaña se encuentra condicionada por la coyuntura económica adversa que atraviesa el país, algo que Rivera refleja en sus palabras sobre la recuperación económica del comercio intentando volver a niveles anteriores a la pandemia: “La falta de apoyo por parte de las administraciones no facilita la recuperación”, señala preocupado.
Bonos que no llegan en Ourense
En el último trimestre del año pasado llegaban a las manos de los consumidores gallegos los Bonos Activa Comercio de la Xunta de Galicia, un incentivo que supuso un pequeño alivio para el comercio de Galicia y, por supuesto, el de Ourense. Una propuesta de semejantes características salió del Concello de Ourense el pasado mes de noviembre, un bono para consumir en comercio local por valor de 100 euros. Tres meses después los bonos del Concello de Ourense siguen sin estar a disposición de los consumidores, algo que no genera un clima beneficioso para el comercio local: “No sabemos nada del bono de comercio del Concello. Se anunció en noviembre, hemos llegado a febrero y no tenemos nada”, comenta Luis Rivera. A colación de este tema pone en el centro del debate la colaboración de las administraciones de cara a cumplir los objetivos de los comerciantes: “Tenemos un calendario, pero necesitamos la colaboración de las administraciones públicas”, destaca Luis.
Las condiciones no acompañan a estas rebajas
Desde la Federación de Comercio de Ourense, la presidenta Beatriz Gómez Valcárcel comparte la visión de Luis Rivera de que el estado de estas rebajas depende de las características de los negocios: “Las grandes superficies se encuentran mejor que las pequeñas”, destaca Beatriz. Sobre este tema incide la propia presidenta de la Federación, ya que muestra su descontento sobre las fechas tempranas en las que comienzan a ofrecer descuentos sustanciosos las tiendas: “Se ha perdido el espíritu de otros años, ahora hay tiendas con descuentos desde el 2 de enero”. También las condiciones a las que se enfrentan los consumidores, más allá de la pérdida de poder adquisitivo por los cambios en la economía, ahogan a las ventas del comercio: “La climatología no ha acompañado esta temporada para que el público acuda a comprar ropa de invierno hasta ahora; eso, sumado a la subida de las hipotecas y de la energía, no ayuda a tener margen económico”, comenta.
A su vez, estas rebajas ya arrojan sus primeros datos en materia laboral sobre el comercio ourensano y no son positivos: “En estas rebajas se han contratado casi 300 personas menos que la campaña del año anterior”, destaca Gómez Valcárcel. Por último, destaca que “no se ha superado el impacto de la pandemia”.
