El candidato del PSOE en la ciudad, Paco Rodríguez, descartó ayer un pacto con el PP tras las elecciones municipales para desalojar a Jácome -“non vai pasar, somos adversarios políticos”- pero contempla acuerdos en temas fundamentales, que, según él, deberían llegar no solo en la ciudad sino extenderse también a la Diputación de Ourense. En todo caso, defendió que el “pacto natural” sería con el BNG, tras defender la etapa del bipartito, que “funcionou ben, foi útil e tiña un proxecto de cidade”.
Rodríguez, que fue alcalde entre 2007 y 2012, compartió un desayuno informativo con los medios en la inauguración de su nueva oficina electoral, en la que recibirá a los ciudadanos, situada en la rúa do Progreso, 155. Allí confesó que dio el paso de volver a la arena política con el objetivo de acabar con la “anomalía democrática” que vive la ciudad, gobernada actualmente por tan solo cuatro ediles.
El candidato socialista a la alcaldía señaló que sería un “erro” pensar que lo que se decide el 28 de mayo es una cuestión que solo atañe a los partidos políticos, sino que corresponde a “toda a sociedade ourensá”, porque la urbe necesita “corrixir o rumbo”. Criticó la situación de la ciudad, que “perde cada vez máis habitantes” y en la que el Casco Vello “cae a cachos” y no hay “expectativas de futuro”.
Por ello, se comprometió a conseguir que la ciudad se “reenganche” al proyecto que dejó pendiente en su etapa como alcalde hace más de una década. En todo caso, lamentó que algunos de los proyectos encarrilados entonces, como la ambiciosa estación intermodal inicial de Norman Foster, que creaba “unha nova centralidade” en la ciudad, ya no se podrán revertir.
Rodríguez aseguró no tener “ataduras de ningún tipo” y que dedicará todo el tiempo a consensuar y a pedir a las demás instituciones “que participen neste proxecto, porque non podemos perder outros catro anos”. Puso el foco en la necesidad de desatascar el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) -“se pode ser con 20 votos a favor, mellor que con 13”- y rechazó hablar directamente del actual alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, “unha anomalía política que está aí porque alguén llo facilitou”.
Aventuró que este no repetirá como regidor: “Se el chegase a ser o máis votado, eu tería que repensar e asumir que estou equivocado”. Y aseguró que el PSOE quiere “gañar as eleccións” y que el PP tendrá un castigo en las urnas por haber hecho alcalde a Jácome en 2019.
El candidato del PSOE marcó distancias con Manuel Cabezas, candidato del PP, con el que mantiene una buena relación. “Se hai que falar, eu vontade teño, pero co PP, co BNG e Ciudadanos. Eu son socialista e de esquerdas, pero antes que o PSOE está a cidade”, subrayó tras mostrar su disposición a llegar a acuerdos puntuales para “sacar adiante temas pendentes”. Eso sí, dejó claro que “ninguén pode pensar que haberá un pacto PSOE-PP, iso non vai pasar, somos adversarios políticos” y prometió no negociar con Jácome, al que, emulando a Feijóo en 2019, definió como “letal” para Ourense.
Sobre la existencia de distintas familias en el PSOE, pidió “facer piña” como hicieron en 2003, cuando también salían de una gestora. La asamblea en la que se formará la lista electoral se celebrará el próximo día 22 y reconoció que “hoxe non é fácil” encontrar buenos perfiles, por el desprestigio de la política: “Hai xente que eu quería e xa me ten dito que non, outros que si…”.
Baltar: "Cabezas, o mellor"
Por último, emplazó al presidente del PP, Manuel Baltar, a “ser claro” sobre si estaría dispuesto a reeditar el pacto con DO, afirmando rotundamente que “nós non imos participar diso”. Esta alusión tuvo respuesta en el presidente de los populares, que eludió hablar de pactos -“iso é política ficción”- hasta que los ourensanos no voten, insistiendo en que Cabezas fue “o mellor alcalde” y que “seguramente” por eso el PSOE dio el paso de recuperar a Rodríguez.
