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El Pacto de A Gudiña sella la alianza de la Raia por la autovía: “Es necesaria"

Xunta, Diputación y 15 concellos ourensanos y lusos se unen por una carretera "para atraer personas, inversiones y conectarnos"

Exhibición de unión y fuerza para reinvidicar una "conexión estratégica y fundamental" a través de una autovía entre Macedo dos Cavaleiros (Portugal) y la A-52 en el sureste ourensano. Xunta, Diputación y 15 concellos de uno y otro lado de la Raia suscribieron este lunes el Pacto de A Gudiña para dejar claro que pelearán en Lisboa y Madrid hasta la extenuación la construcción de una infraestructura de unos 57 kilómetros para vertebrar dos áreas muy castigadas por la despoblación que ven esa infraestructura como un revulsivo, dado que A Gudiña se convertirá en una de las paradas de la línea de AVE.

La alta velocidad ferroviaria se ve, por tanto, como un filón no solo a nivel de movilidad con la Meseta, sino también como un elemento de dinamización socioeconómica y nexo de unión entre ambas regiones, otro motivo para soñar con su concreción y el apoyo de la UE.

El espaldarazo de la Xunta a las reivindicaciones de la Raia se hizo evidente con la presencia en el acto del vicepresidente autonómico, Alfonso Rueda; la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez; y la delegada territorial, Marisol Díaz. A su lado, el vicepresidente de la Diputación, Rosendo Fernández, que junto a los alcaldes y presidentes de cámaras (denominación de los regidores en Portugal) mantuvieron un encuentro de trabajo del que salió el acuerdo de redactar un documento oficial que se hará llegar a los gobiernos de Lisboa y Madrid.

"Faremos o que sexa necesario para que sexa unha realidade. Trasladaremos a proposta á Comisión Hispano-Lusa para a cooperación transfronteiriza e será unha prioridade. Sabemos que queda un largo camiño, difícil, pero se estamos unidos se conseguirá", destacó Rueda.


Portugal busca implicación



No se podría concebir este proyecto sin la implicación de seis municipios portugueses de la región de Trás-Os Montes, dado que será el país luso el que tendrá que acometer la inversión más elevada de la infraestructura, ya que 50 de sus 57 kilómetros transcurrirían por territorio vecino, pero no quieren que esa vía muera en suelo español, como sucede por ejemplo con la N-122 en Zamora.
"Queremos hacer nuestro trabajo, pero España y Galicia deben definir como prioritaria su parte. En Castilla y León había muchas intenciones que nunca pasaron de eso. Conseguirlo puede atraer personas, inversiones y conectarnos", señaló el presidente de la cámara de Miranda de Douro y líder de la Comunidade Intermunicipal de Trás-Os-Montes, Artur Nunes, en la línea de su homólogo de Vinhais.

"Hai unha ligazón moi forte de Galicia e Portugal, isto é unha oportunidade para seguir. En España será máis curto e unha tarefa máis fácil en termos económicos. Pido que fagamos todo o que sexa posible", señaló Luis Fernandes, que recordó que además de acercar el AVE y la A-52, "pode servir tamén para as mercadorías".

El anfitrión del acto que selló el Pacto de A Gudiña, el alcalde de la localidad que consiguió su estación del AVE, José María Lago, pone el foco también en las características de ambas comarcas y su definición como objetivo número uno en la lucha contra la despoblación. "Es una infraestructura básica y debemos hacer toda la fuerza posible, es una oportunidad de desarrollo", sentencia. A su lado están A Mezquita, Cualedro, Monterrei, Oímbra, Viana do Bolo, Riós, Vilariño de Conso y Vilardevós.


Mejoras previstas


Tan cerca y a la vez tan lejos. Las relaciones entre el sureste ourensano y la región de Trás-Os-Montes para que ambos territorios creen sinergias se ven complicadas en la actualidad por un recorrido entre Macedo de Cavaleiros –donde se proyecta el inicio de la autovía– y A Gudiña que se prolonga durante más de hora y media, algo que una vía de alta capacidad conseguiría reducir más de la mitad. "Es una cuestión de desarrollo económico, turístico y de todo", sentencia el presidente de la cámara de Macedo de Cavaleiros, Benjamim Rodrigues.

Además, los ayuntamientos portugueses de Trás-Os-Montes se decantan por la conexión con Galicia en detrimento de la que uniría Bragança –único municipio de esa zona en contra– con la comarca de Sanabria, en Zamora, recordando los presidentes de las cámaras lusas este lunes en A Gudiña la falta de concreción de la Junta de Castilla y León para actuar en suelo español.
Apoyan esta infraestructura Miranda do Douro, Vinhais, Alfandega da Fe, Mogadouro y Mirandela.


El recorrido actual, un tortuoso camino de más de hora y media de duración


Tan cerca y a la vez tan lejos. Las relaciones entre el sureste ourensano y la región de Trás-Os-Montes para que ambos territorios creen sinergias se ven complicadas en la actualidad por un recorrido entre Macedo de Cavaleiros –donde se proyecta el inicio de la autovía– y A Gudiña que se prolonga durante más de hora y media, algo que una vía de alta capacidad conseguiría reducir más de la mitad. "Es una cuestión de desarrollo económico, turístico y de todo", sentencia el presidente de la cámara de Macedo de Cavaleiros, Benjamim Rodrigues. 


La conexión por Galicia estimula más que la vía por la comarca sanabresa


Los ayuntamientos portugueses de Trás-Os-Montes se decantan por la conexión con Galicia en detrimento de la que uniría Bragança –único municipio de esa zona en contra– con la comarca de Sanabria, en Zamora, recordando los presidentes de las cámaras lusas ayer en A Gudiña la falta de concreción de la Junta de Castilla y León para actuar en suelo español. Apoyan esta infraestructura Miranda do Douro, Vinhais, Alfandega da Fe, Mogadouro y Mirandela. 

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