Crónica

A Palleira: platos de restaurante, en tapas

Ourense 16/3/18
Entrevista a Carlos Do Val ,restaurante A Palleira

Fotos Martiño Pinal
photo_camera Carlos Doval, dueño de A Palleira.

El restaurante A Palleira ofrece una original forma de disfrutar la gastronomía, sus platos de restaurante se reconvierten en tapa si así lo solicita el cliente: un menú en formato "petiscos" que gana cada día más adeptos.

El restaurante A Palleira está a punto de cumplir 15 años defendiendo la cocina tradicional, de toda la vida, basada en el producto, con algún que otro toque que marca la diferencia. Entre esas iniciativas innovadoras, una de las más recientes es la apuesta por trasladar los platos de restaurante a la zona de tapeo, algo que empezaron a demandar los clientes y que está teniendo "un gran éxito", señala.

Aunque el principal secreto lo descubre el actual gerente del negocio, Carlos Doval Figueiras. "Contamos en la cocina con un gran equipo, dirigido por mi madre, Rosa Figueiras, y con Eva Porto, con la que lleva trabajando desde hace 20 años. Ahora acaba de incorporarse Susana Berroa; todas ellas forman un buen equipo, que es la auténtica clave del éxito del establecimiento", señala Doval.

También el trato directo con los distribuidores. "Tengo alguno que me vio nacer, y ellos te asesoran, van todos los días a la lonja y saben lo que te pueden ofrecer en pescados frescos, lo que te ayuda también a la hora de recomendar al cliente", señala este restaurador que lleva el gusto por los fogones en las venas.

Carlos cogió el testigo del negocio hace ocho años de manos de su padre, Ángel Doval, que fue el que impulsó el establecimiento. "Se había formado en el San Martín, a los 20 años, como casi todos los cocineros de aquella época", señala. Después vendría un restaurante en el camping de Leiro, que duró desde  1985 hasta el 2003. Y finalmente, el actual establecimiento en avenida de Buenos Aires.

Si hay que preguntar por los platos estrella de la casa, no duda: "Los chipirones fritos, que son lo más demandado y es una locura lo que nos los piden; también el bacalao, que lo hacemos muy sencillo, con patatas panadera, pasado por la plancha, que se deslamina muy bien, y acompañado con un pochado de pimiento, ajo y cebolla". Y es que, como se encarga de subrayar, "teniendo buen producto, la fórmula más sencilla es siempre la mejor opción".

A su carta ha incorporado últimamente, con la llegada de una tercera persona a la cocina, una amplia carta de postres caseros, con "tarta de queso, flan, la tarta de galleta y chocolate, un yogur griego con fresas o un brownie con nueces y helado por encima". A lo que unen otros productos de pastelería.

Para compartir

Otra de las líneas de producto que está incorporando a la carta desde "hará unos dos años", señala, son los platos ofrecidos en restaurante y reconvertidos en tapas. "Ahí tenemos desde una cecina con bacalao, una receta que vi en Valladolid, hasta un entrecot troceado  para compartir, y también pescados -el otro día me pidieron un bacalao para pinchar- o las carrilleras de ternera", señala.

Como explica, "somos un establecimiento pequeño y pensamos que podría estar bien ese trasvase de restaurante a tapeo, la verdad es que está teniendo mucho éxito".

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