Sucesos

La pandemia reduce en Ourene los robos en viviendas y los delitos de lesiones y riñas tumultuarias

La ciudad suma dos homicidios: el crimen del bar Novo y la resolución de la muerte de un indigente en un céntrico parque

Los primeros nueve meses del año de la pandemia arrojan en la provincia un descenso acusado de la criminalidad, al registrarse un 10,7% menos de infracciones penales. Esta reducción se ha acentuado en la ciudad, donde la caída en los primeros tres trimestres respecto al año pasado es aún mayor (13, 5%). Así se refleja en la estadística de criminalidad que publicó ayer el Ministerio de Interior, en la que se refleja la incidencia que el confinamiento ha tenido en el tipo de delitos cometidos. 

En la ciudad, el mayor descenso se constató en los delitos de lesiones y riña tumultuaria, que descendieron en un 43,2% de forma interanual (comparando los nueve primeros meses del año), cayendo de 37 a 21.

A continuación, se redujeron en mayor proporción los robos en domicilio, un 35% menos, pasando de 100 a 65 en los nueve primeros meses de 2020. También bajaron con intensidad los hurtos (-31,7%) o los delitos contra la libertad sexual (-30%). 

En el global de la provincia, cayeron también de forma considerable los delitos de lesiones o riñas tumultuarias, aunque en menor intensidad que en la ciudad (-28,4%), al pasar de 74 en 2019 a 53 ahora. Los hurtos descendieron en un 28,5%.

Por el lado contrario, las infracciones penales que se han disparado este año en la ciudad son las sustracciones de vehículos, que crecieron en un 30% (suben de 20 a 26) y los robos con violencia intimidación (16,7%), hasta un total de 56.

Por último, en lo que ha transcurrido de 2020 se han contabilizado dos homicidios, cuando en 2019 no se había registrado: uno fue el crimen del bar Novo y otro el de un mendigo en el parque de San Lázaro, que se produjo el año pasado, pero que se esclareció con al detención del supuesto culpable en 2020. 

En el global de Galicia, la Delegación del Gobierno destacó ayer que es la cuarta comunidad más segura de España, con una tasa de 27,3 infracciones penales por cada 1.000 habitantes. El mayor incremento de las infracciones se dio en las estafas y blanqueo de capitales. 

La provincia de Ourense registra 24,5 infracciones por cada 1.000 habitantes, por detrás de A Coruña (28,8), Pontevedra (28,5), pero por encima de Lugo (21,2). 

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