CRÓNICA

Paraíso para nostálgicos

photo_camera Una reproducción de un trasatlántico, en primer plano, es uno de los 30.000 objetos que ofrece la feria (MARCOS ATRIO)

El recinto ferial de Expourense acoge hasta el domingo la I Feria de Antigüedades de Ourense, un paraíso para los nostálgicos, pero también una buena oportunidad de conseguir ese detalle único para el salón o la habitación

Expourense se convierte por espacio de tres días -desde ayer y hasta el domingo- en el paraíso del coleccionista, un filón para los apasionados de la nostalgia, pero también una oportunidad única para hacerse con ese objeto que dé distinción y personalidad a alguno de los rincones preferidos de la casa, colocando con gusto en alguna de sus esquinas, por ejemplo, una báscula de una estación de ferrocarril de los años 40, como la que ofrece Urbano Ferreiro, anticuario de Ourense, por un precio de partida de 800 euros, "aunque se puede regatear", señala. Otra opción es una caja registradora americana con cuatro cajones, "muy perfecta para la época, toda en bronce, con un precio en torno a los 3.000 euros", explica este anticuario.

Pero hay hasta 30.000 piezas, que van desde cajas de cerillas a camas de bronce, esculturas, muebles, pinturas, discos de vinilo, cámaras fotográficas... Y sus precios oscilan entre los cuatro euros de los coches o tractores de colección y esos 3.000 de la caja registradora.

Objetos exclusivos y decorativos, como una televisión de armario de los años 40 fabricada en Suiza, "que es posible adaptar al sistema TDT de ahora, aunque resulta complicado", explica Carmen Rey, que recorre las ferias.

Hay quien se centra en objetos de colección: llaves, cajas de cerillas, catálogos de Galerías Preciados de los 50... "Hasta los tapones de las botellas de champán de los años 50 tienen salida, pues hay hasta catálogos, o ejemplares del periódico ‘El Noticiero’ de Zaragoza del año 1937, a 15 euros el ejemplar", señala Antonio Vila, con un establecimiento anticuario en Chantada.

Una amplia variedad de objetos que sorprende gratamente a los primeros visitantes. "Me ha gustado especialmente el gramófono de la entrada y la caja registradora, pero seguimos mirando", explica Emilce Alpuin, que acaba de llegar a la feria.

Un evento al que no sólo acuden anticuarios de Ourense y Galicia, José Suárez, de Madrid, ofrece piezas entre los 20 euros y "los 1.500 de un San Antonio del siglo XVI".

Para bolsillos más modestos están expuestos muñecos de Tintín a seis euros o las típicas matrículas de coche americanas a 15 euros, "muy demandadas por los jóvenes para poner en una pared de la habitación", según asegura Isabel, residente en Francia pero que recorre con su mercancia las ferias de España" y este fin de semana hace parada en esta I Feria de Antigüedades que guarda una sorpresa para cada visitante.

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