La Xunta diseñó un plan para Ourense que nunca llegó a pasar del papel
El Concello de Verín se ha convertido durante el mandato que está a punto de concluir en un ejemplo de apuesta por los parkings disuasorios, áreas que se habilitan en las entradas de los municipios para reducir en la medida de lo posible el tráfico por el casco urbano y evitar que los conductores pierdan tiempo luchando por plazas. El gobierno de la villa verinense se marcó el objetivo de sumar más de 1.500 sitios.
La idea no es exclusiva, sin embargo, de Verín, sino que también se puso sobre la mesa hace unos años en Ourense, en ese caso dentro del plan sectorial diseñado por la Xunta para todas las ciudades gallegas.
Problemas
En el caso ourensano, se establecían seis áreas prioritarias (Expourense, As Lagoas, estación de tren, acceso centro, O Couto y cerca de la futura variante norte), pero los proyectos están estancados, en buena medida por la inseguridad urbanística que reina en la ciudad, como reconoció en varios momentos el concejal José Cudeiro. También se han puesto sobre la mesa opciones como ocupar la parcela que ocupa en la actualidad la estación de autobuses, aunque no hay nada definido por el momento.
En otras urbes gallegas como Santiago, Lugo o A Coruña se han ensayado fórmulas de aparcamientos disuasorios en el marco de sus respectivos planes de movilidad. Ourense continuará esperando.
