El Parlamento gallego aprobó ayer por unanimidad reclamar al Gobierno central una bonificación de los peajes de la AP-53, Santiago-Dozón, que conecta a la provincia de Ourense con la capital gallega. Reclaman desde O Hórreo una rebaja similar a la que beneficia desde este verano a la AP-9, y que además se tenga en cuenta la especial situación de los transportistas.
La iniciativa fue presentada por el PP, que logró sumar apoyos de todos los grupos. Eso sí, no dejaron de recriminar a los populares que exijan al Gobierno central unas iniciativas que no impulsaron desde el autonómico.
Diego Calvo, diputado del PPdeG, vicepresidente del Parlamento y portavoz de Infraestruturas, defendió que “é de xustiza” completar la mejora de la comunicación en Galicia con bonificaciones para la principal vía de conexión interior, la AP-53, que reconoce como “a autopista máis cara de Galicia e unha das 20 más custosas de toda España”, agravio comparativo del que se hizo eco recientemente La Región. El diputado popular incluso acusó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez de “desprezar” a los principales sectores productivos de Galicia.
No obstante, Calvo rechazó la enmienda planteada por el PSdeG para incluir en esta iniciativa rebajas de las autopistas autonómicas AG-55 y AG-57, alegando que “o que importa é canto hai que pagar por quilómetro” al llegar al peaje, por lo que estas dos vías serían “máis baratas” que la AP-9, incluso después de las bonificaciones que puso en marcha el Gobierno.
El diputado popular explicó que la existencia de peajes condiciona a la economía de las familias y la competitividad de las empresas. “A alternativa que teñen os usuarios da AP-55 é a estrada N-525, cunha gran intensidade de tráfico, parte do cal é de camións, e escasos treitos contan con terceiros carrís”, añadió.
Ahorros millonarios
Con respecto a la denominada Autopista del Atlántico, la diputada del PSdeG, Patricia Otero, subrayó que el primer mes de rebajas en la AP-9 supuso para los gallegos “un aforro de 3,4 millóns de euros, gracias ao goberno socialista”. Mientras, Calvo defendía que estas rebajas “non responden ás necesidades dos usuarios”.
Incluso el portavoz socialista en la provincia, Rafael Villarino, había reconocido en el mes de mayo, aún cuando gobierna su partido en Madrid, que “é necesaria unha rebaixa para facilitar a mobilidade”, ya que “queremos o desenvolvemento de Ourense porque temos un dos tramos máis caros do Estado”, y “os cartos non deberían ser todos para o Eixo Atlántico”.
A su vez, Luis Bará, diputado del BNG, acusó a los populares de ser “corresponsables do contubernio da AP-9” y “máximos responsables” de la situación de la AP-53, ya que otorgaron la concesión.
Efecto AP-9
La aprobación, el pasado 27 de julio en Consejo de Ministros, del Real Decreto de bonificaciones de la AP-9, supuso la rebaja de varios tramos, manteniendo la gratuidad de circunvalaciones y las bonificaciones preexistentes.
De esta manera, la medida supuso que uno de cada cinco viajes de vehículos ligeros sean gratuitos, cuando antes apenas lo eran el 8%, y una reducción del gasto en al menos 15 millones de desplazamientos anuales, incluso más si la medida, como es esperable, consigue incentivar los desplazamientos por autovía.
Por lo tanto, ahora se reclama una mejora semejante en la AP-53, para dejar atrás el agravio comparativo que sufre la vía que conecta Santiago y Dozón, la cual carece de descuentos. Además, se han registrado quejas de usuarios por la mala conservación de esta carretera, y eso que nunca llegó a superar los 7.000 vehículos diarios.
