Los parques industriales de Ourense, muy especialmente del oriente ourensano, están sufriendo los efectos de la crisis, viendo como sus parcelas no se llenan, e incluso aquellas que están ocupadas, ven como sus naves se van vaciando.
El caso más reciente y evidente es el del polígono barquense de A Raña, en el que la falta de ocupación de algunas parcelas es utilizada por aficionados al golf para poder practicar sus golpes. En este momento, el polígono industrial barquense tiene todavía pendientes de venta 150.000 metros cuadrados de un total de 190.000.No están mucho mejor las cosas en el polígono industrial de A Rúa, donde tan sólo hay tres empresas instaladas -aunque desde el Concello apuntan que próximamente se incorporará una cuarta- y permanecen pendientes de ocupación 110.000 metros cuadrados sobre una superficie total de 132.000. Son los casos extremos de dos polígonos industriales que todavía esperan esa gran empresa que sirva de reclamo. En el caso de O Barco era la planta de biomasa, pero este mes de mayo quedaba totalmente descartada, al quedar libres las parcelas reservadas para esta empresa.
En el caso del parque empresarial de Xinzo, aunque en estos momentos tiene 'edificado el 80 por ciento de la superficie', tan sólo funcionan 'un 70 por ciento de las naves. No nos podemos quejar, pero es cierto que el cierre de la Vidriera -Vidrieras del Atlántico- supuso un duro golpe, con casi 260 empleos menos', reconoce el alcalde de Xinzo, el 'popular' Antonio Pérez. El gran reto es conseguir la instalación de un gran centro cárcino, un proyecto por el que el actual gobierno municipal lleva luchando meses, pero que todavía no ha conseguido fructificar.
carballiño
En Carballiño, el viejo polígono industrial, promovido por el Concello en la década de los 80, tiene totalmente ocupada su superficie de 298.610 metros cuadrados, pero el nuevo parque empresarial tiene tan sólo el 50% de la superficie vendida de su segunda fase. En la actualidad se instala una nueva empresa distribuidora de pulpo y congelados. Xestur ejecutó dos fases de este nuevo parque empresarial, la primera en 2001, de 341.395 metros cuadrados, con 44 parcelas y la segunda de 87.660 metros cuadrados y 14 parcelas. La superficie de las parcelas está entre 880 y 22.500 metros cuadrados. El suelo industrial en total está ocupado por 55 empresas, aunque por causa de la crisis en los últimos tres años hay 17 que o bien han cerrado o mantienen una actividad mínima, aunque siguen perteneciendo a sus propietarios.
En mejor situación se encuentran los polígonos industriales del perímetro urbano de la ciudad. El de San Cibrao, según señalan desde su gabinete de prensa, 'tiene altas y bajas de ocupación de naves en los últimos años, pero se puede decir que hay un equilibrio'.
En Pereiro, donde están cubiertos 500.000 metros cuadrados de los 600.000 totales, se está gestionando en estos momentos 'la ampliación con Xestur y la Xunta, porque hay demanda de empresas. No es lo que era hace unos años, pero no nos podemos uejar', explica el alcalde de Pereiro, Eliseo Fernández. También en Vilamarín, donde tienen ocupados 120.000 de sus 160.000 metros cuadrados totales, esperan la instalación en breve de una nave de componentes del automóvil, 'que ya ha pedido licencia de construcción para su nave en el Concello', según certifica Eliseo Lorenzo, gerente del parque empresarial. Es la cara positiva de un mapa provincial de polígonos con problemas por falta de suelo y empresas.
En el caso del parque empresarial de Xinzo, aunque en estos momentos tiene 'edificado el 80 por ciento de la superficie', tan sólo funcionan 'un 70 por ciento de las naves. No nos podemos quejar, pero es cierto que el cierre de la Vidriera -Vidrieras del Atlántico- supuso un duro golpe, con casi 260 empleos menos', reconoce el alcalde de Xinzo, el 'popular' Antonio Pérez. El gran reto es conseguir la instalación de un gran centro cárcino, un proyecto por el que el actual gobierno municipal lleva luchando meses, pero que todavía no ha conseguido fructificar.
carballiño
En Carballiño, el viejo polígono industrial, promovido por el Concello en la década de los 80, tiene totalmente ocupada su superficie de 298.610 metros cuadrados, pero el nuevo parque empresarial tiene tan sólo el 50% de la superficie vendida de su segunda fase. En la actualidad se instala una nueva empresa distribuidora de pulpo y congelados. Xestur ejecutó dos fases de este nuevo parque empresarial, la primera en 2001, de 341.395 metros cuadrados, con 44 parcelas y la segunda de 87.660 metros cuadrados y 14 parcelas. La superficie de las parcelas está entre 880 y 22.500 metros cuadrados. El suelo industrial en total está ocupado por 55 empresas, aunque por causa de la crisis en los últimos tres años hay 17 que o bien han cerrado o mantienen una actividad mínima, aunque siguen perteneciendo a sus propietarios.
En mejor situación se encuentran los polígonos industriales del perímetro urbano de la ciudad. El de San Cibrao, según señalan desde su gabinete de prensa, 'tiene altas y bajas de ocupación de naves en los últimos años, pero se puede decir que hay un equilibrio'.
En Pereiro, donde están cubiertos 500.000 metros cuadrados de los 600.000 totales, se está gestionando en estos momentos 'la ampliación con Xestur y la Xunta, porque hay demanda de empresas. No es lo que era hace unos años, pero no nos podemos uejar', explica el alcalde de Pereiro, Eliseo Fernández. También en Vilamarín, donde tienen ocupados 120.000 de sus 160.000 metros cuadrados totales, esperan la instalación en breve de una nave de componentes del automóvil, 'que ya ha pedido licencia de construcción para su nave en el Concello', según certifica Eliseo Lorenzo, gerente del parque empresarial. Es la cara positiva de un mapa provincial de polígonos con problemas por falta de suelo y empresas.
