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Ruta por el pasado cisterciense del Mosteiro de Oseira

El mosteiro, visto desde la ruta.
photo_camera El mosteiro, visto desde la ruta.
El valle de Ursaria, que mejor ubicación para un monasterio no podría hallarse, cuando hacia 1137 cuatro eremitas: Diego, Pedro, Xoán y García deciden fundarlo allí mismo buscando protección y privilegios del rey Alfonso VII y cesión de tierras de los vecinos. El primer abad, de entre los fundadores de una comunidad que devino en cisterciense, fue García. El mosteiro de los tres claustros alcanzaría pronto el esplendor, y según documentación, sobrepasaría en más de docena los monjes residentes, a pesar de todo el esplendor que se atribuya a los monasterios en la Baja Edad Media

Pasear por las inmediaciones es todo un impregnarse del espíritu del ora et labora que se agranda a medida que alcanzas el señero cenobio, que tuvo hasta pesquerías en Marín y gozó de grandes privilegios, legados, herencias y ampliación del coto, ejerciendo la tutela de otras casas monásticas.

Un recorrido de 8 km. en una mínima parte señalizado, que se podría aumentar a 12 si se subiese a la sierra da Martiñá que por el este flanquea al monasterio, da mucho de si por lo vario del paisaje. Iniciamos  la caminata en la aldea de Pielas, en el municipio de Cea, en el mismo café donde libamos antes de emprenderla por un tramillo  asfaltado en dirección este en la primera desviación a izquierda para acceder a pista térrea, a la vista de una granja, donde prosiguiendo te encuentras caminando por esta falda occidental de a serra da Martiñá hacia la aldea de Tanxil desde donde al enlazar con la carretera debes tomar dirección norte por el primer camino para acercarte en medio de la fraga, llevando a izquierda los imponentes muros monásticos, salpicados de torreones, hasta el final en el campo de la fiesta de Oseira, donde pasas el rio del mismo nombre por poldrado puente, subes por una rampilla y ya te adentras en la monumentalidad del gran monasterio cisterciense de Galicia, el de Ursaria u Oseira tal como figura en su escudo que relación tenía que por aquellos siglos del XII hasta el XVIII seguramente merodeaba por estas sierras de Martiñá y la del Faro de Chantada el oso pardo cantábrico.  

Si hubiese tiempo podrías girar una visita al mosteiro donde puedes adquirir los licores eucaliptine y benedictine u otros adminículos sacros que elabora una reducida comunidad de media docena de monjes blancos, del císter, que se diferencian de los negros de Cluny, los de Samos, por su vestimenta. A uno de los monjes negros de Samos le oi decir con cierto tonillo, refiriéndose a los de Oseira como ”nuestros hermanos reformados”.

Si sigues por un tramillo del camino de Santiago de esta prolongación que el sanabrés-ourensán hace por Oseira, subirás cabe a los muros monacales en dirección oeste, arribarás a San Martiño, aldea de escasa habitación; a la salida tomarás la primera desviación caminera a izquierda para adentrarte en las floresta por erosionado camino que en invernías mas somero rio pareciere, hasta tocar Rio, otra aldehuela a la vera del rio Oseira, que realmente es más abajo el Arenteiro, por varias denominaciones que reciba, la última de Misarela, que debes pasar en dirección sur, subir un tramillo de asfaltada y tal como se indica en el roteiro arribar a Pielas, pero cabe la posibilidad de seguir y por un camino acceder a la iglesia mas que capilla de A Ventela, a Sta. Isabel dedicada, y desde aquí por carretera a la cercana Pieles, en los mapas Pielas.

Ruta OSEIRA - PIELAS - MARTIÑÁ
Ruta OSEIRA - PIELAS - MARTIÑÁ

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