DESESTACIONALIZACIÓN

El pasado invierno ardieron ya 580 hectáreas en Ourense

El invierno pasado se multiplicaron por siete respecto a la misma etapa de los años 2015-2016

La Consellería de Medio Rural mantendrá desde hoy a 2.900 efectivos pendientes de la prevención y la extinción de los montes de toda Galicia, tal y como se adoptó en la comisión técnica realizada la pasada semana.  Pese a  que el "alto risco" de incendio se convirtió ya en "risco baixo", desde Medio Rural destacan que se  mantendrá de momento un operativo para un "risco medio", teniendo en cuenta la situación tan dura de esta época.
Señalan que la situación es "flexible" y que son conscientes, como apuntan expertos y agentes implicados, que las campañas se han ampliado y que los incendios pueden suceder en cualquier momento. "O operativo vai ser flexible durante todo o ano, e dependerá de como veña o tempo; pero hai e haberá un operativo permanente durante todo o ano".

Y es que los grandes incendios ya no son cuestión de los meses de verano. En pleno 19 de diciembre de 2015, la localidad asturiana de Boal registró un denominado "gran incendio", con un total de 2.554 hectáreas calcinadas, y los expertos ya han alertado de que no es descabellada la posibilidad de que eso se produzca en Galicia. 

En la provincia de Ourense se registraron el pasado mes de diciembre, antes del invierno, varios incendios forestales, como en Entrimo, con un fuego que afectó en parte al Parque de O Xurés, o en Vilariño de Conso, en un territorio protegido de Red Natura. Pero los incendios se multiplicaron por siete durante el invierno 2016-2017 respecto al periodo anterior. Los efectivos de Medio Rural contabilizaron 340 fuegos, un cifra sustancialmente superior si la comparamos con los 45 que se registraron durante el mismo período de 2015. También aumentó considerablemente el número de hectáreas carbonizadas, 570 en los últimos tres meses frente a las 70 contabilizadas en el invierno anterior. Resultaron afectados municipios como Cualedro, Bande, Entrimo, o Carballeda de Valdeorras, algunos con incendios de importantes dimensiones.

En la Asociación Profesional de los Axentes Forestais e Medioambientais (Aprafoga) culparon de ese incremento a las quemas de rastrojos agrícolas. Con los datos que manejaban, en muchas de las quemas, pese a que estaban autorizadas, los afectados no tomaron medidas de prevención; fueron realizadas por una persona mayor que en ocasiones se encontraba sola en el monte.

Es por ello que los expertos inciden en la necesidad de "formación" para ganaderos así como la creación de brigadas fijas durante todo el año para estos menesteres. n

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