Hostelería

El Pato Rojo vuelve a abrir mirando a Semana Santa

photo_camera José Ricardo González y Silvia Iglesias posan frente al reabierto Merendero Pato Rojo. (Foto: Óscar Pinal)
La reapertura ha venido acompañada de una nueva decoración y de una actualización de la carta

El merendero El Pato Rojo vuelve a subir la persiana, con instalaciones renovadas y un menú ampliado. El local, una de las terrazas más conocidas de la zona de Oira, a orillas del Miño, cerró en noviembre, tras 20 años de actividad. Después de pasar cinco meses inactivo, ahora una nueva gerencia ha decidido emprender el proyecto de recuperarlo. 

“¡No se puede perder el Pato Rojo!", asegura José Ricardo González, encargado del nuevo merendero. Él es, según explica, uno de los habituales de las pistas de pádel de Oira, y estaba acostumbrado a la actividad de este restaurante, que cerró a consecuencia de la crisis del covid-19. "Nos hemos armado de valor y lo hemos retomado, por dar un poquito de vida a la ciudad”, añade el hostelero, contento pero inquieto ante el resultado de lo que califica como "una aventura". 

La reapertura ha venido acompañada de una nueva decoración -con profusión de plantas y colores claros- y de una actualización de la carta. “Hemos mantenido la esencia, con sus bocadillos y hamburguesas, pero hemos aumentado la oferta de tapas”, destaca Silvia Iglesias, pareja de González y también motor del negocio. “Lo que había de toda la vida se ha quedado así, lo que hemos hecho es añadir para adaptarnos a los tiempos”, añade González. Además de los nuevos platos, también han incluido una mayor carta de vinos y cervezas.

Buena recepción

El Pato Rojo se inauguró el sábado, con la vista puesta en aprovechar los días de fiesta de Semana Santa. “Por ahora la gente sí se ha animado, se ve que tenían ganas de terraza”, apunta Iglesias, que desea que el público acepte los cambios y la nueva gerencia. 

Iglesias recuerda con especial ilusión un momento en que vio cola de personas esperando por una mesa libre durante el fin de semana. “Pensé que era gente reunida fumando cuando los vi, y pensé que nos iban a multar... pero cuando vi que estaban haciendo cola, ¡se me puso todo el vello de punta!”, asegura. El aforo actual permite a 18 personas en el interior y 42 en la terraza. 

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