Los viajes a Madrid o Vigo aumentarían su coste entre un 23 y un 30%, penalizándose también la movilidad entre villas y ciudad
La decisión del Ministerio de Fomento de poner sobre la mesa la posibilidad de implantar, antes del fin de 2020, el cobro de peajes en las autovías estatales pone en jaque también a la provincia de Ourense, que pasaría de no tener ningún kilómetro de red viaria tarificada a cerca de 167, prácticamente todos de la A-52, principal eje de comunicación del sur de Galicia y la salida natural hacia la Meseta, pero también poco más de 12 kilómetros de la A-75, desde Verín a la frontera de Portugal, país que ya aplica, desde hace años, un peaje en algunas de sus autovías.
Aunque desde el Ministerio de Fomento se ha evitado poner, por el momento, cifras al nuevo sistema, su posicionamiento responde a la petición efectuada desde hace tiempo por la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan), que ve imprescindible gravar la circulación en todas las vías de alta capacidad para garantizar su mantenimiento, argumento al que se ha subido el Gobierno central.
Desde Seopan sí han establecido que la cantidad adecuada para tarificar las autovías sería de tres céntimos por kilómetro para los vehículos ligeros, subiendo hasta los 0,12 euros en el caso del transporte pesado.
Efectos internos
En caso de convertirse en realidad el nuevo escenario, el panorama para los conductores ourensanos sería muy diferente, tanto en los desplazamientos internos entre algunas de las principales villas y la capital provincial como en los viajes a Vigo o Madrid, por ejemplo.
De esta forma, recorrer en su totalidad los 298 kilómetros de la A-52 (Porriño-Benavente) supondría un desembolso cercano a los nueve euros (casi 36 para vehículos pesados), lo que sumado a los 25,24 euros de combustible, supondría un encarecimiento del 35% respecto a la actualidad.
Atendiendo a desplazamientos concretos, tomando como punto de partida la ciudad de As Burgas, a los algo más de ocho euros en gasolina que se calculan en la actualidad para llegar a Vigo, se sumarían 2,49 euros de gravamen, casi un 30% más.
Sin salir de la Comunidad, también habría un giro importante para las decenas de ourensanos que cada día se desplazan desde su concello a la ciudad para trabajar o realizar alguna gestión. De esta forma, llegar desde Verín supondría pagar 1,71 euros, desde Xinzo 93 céntimos, desde Ribadavia 66 céntimos o desde Allariz 36 céntimos.
Conexiones con la Meseta
La provincia se vería penalizada también en sus desplazamientos al norte de la Península, las provincias limítrofes o Madrid. En estos momentos, para llegar a la capital de España, únicamente hay que pagar un peaje de 12,50 euros por 60 kilómetros de la AP-6.
Sin embargo, los 422 kilómetros restantes por autovía, ahora mismo gratuitos, supondrían algo más de 12,6 euros. Con un cálculo de unos 40 euros de combustible, el coste se dispararía casi un 24%.
La nueva tasa elevaría también los viajes a destinos próximos como Zamora (5,85 euros), León (8,49 euros), Gijón (5,85 euros) o Valladolid (10 euros).
Santiago y A Coruña, destinos gravados en la actualidad
El cobro en autovías penalizaría nuevos desplazamientos a los ourensanos, que sufren en estos momentos un peaje ya elevado para llegar hasta las tres ciudades de la provincia de A Coruña. En este sentido, es ya necesario desembolsar cerca de seis euros para llegar a la capital de Galicia por la AP-53, a los que habría que sumar para llegar hasta A Coruña 6,40 euros y a Ferrol otros 4,50 euros.
La Xunta, en principio, no tiene mente aplicar una tasa a autovías de su titularidad. En la provincia cuenta con la AG-53 (Ourense-Dozón) y AG-31 (Ourense-Celanova).
