Se respira el olor a quemado y las cenizas sobrevuelan sobre el suelo calcinado del monte de Moreiras que ayer sufría las heridas del incendio, ya estabilizad tras afectar a 250 hectáreas.
Las llamas empezaron el viernes por la tarde y se extendieron rápidamente. Los vecinos de la zona se sorprendieron ante el comienzo del incendio. Mari Luz Cagide, una de las vecinas, se preocupó ante la proximidad de las llamas a las casas. “Yo estaba fuera, pero me avisaron. Cuando llegué a última hora de la tarde a casa ya estaba todo controlado y vi que los servicios de extinción actuaron muy rápido”, comenta Mari Luz. Otros vecinos de la zona estuvieron presentes desde que las primeras ascuas empezaron y las llamas se extendían. “Pasei medo, pensei que ía arder todo”, comenta Elvira Yañez, vecina de la zona.
La UME trabajó durante toda la noche para conseguir la extinción del fuego a primera hora de la mañana de ayer. El capitán Carlos José Bustos de la UME analiza el trabajo realizado durante toda la jornada. “Tuvimos suerte con la meteorología, bajó la temperatura y nos permitió controlar las llamas", explica el capitán. El incendio se expandió sin afectar a ninguna casa, aunque sí que entró en algunas de las parcelas de los vecinos de Moreiras. Fue el caso de la Cooperativa Os Érbedos en la que los trabajadores intentaron evitar que las llamas entrasen en el recinto ubicado entre Moreiras y Trelle. “Cando nós viñemos o incendio estaba descontrolado e axudamos”, comenta Miguel Ángel Vila, trabajador de la cooperativa.