El día 5 de mayo el Concello de Ourense anunciaba una remesa de 15 autobuses térmicos que empezarían a circular a finales de la semana pasada, si superaban el periodo de testeo inicial. A ellos se sumarían 10 vehículos eléctricos y 15 minibuses. Sin embargo, los autocares térmicos todavía se encuentran circulando por la ciudad con la placa roja, de vehículo en pruebas, y no se conoce cuándo empezarán a circular.
Pepe Araújo, miembro de la lista del PP para las elecciones municipales y exconcejal de Ciudadanos, indica que los autobuses presentan déficits y “no cumplen con las necesidades de los vecinos”. “Tiene que ver con cómo los planificaron, la distribución parece la de una línea interurbana”, asegura el exconcejal. Sobre el interior, Araújo habla de falta de espacio: “Donde antes podrían desplazar a 90 pasajeros, ahora solo pueden desplazar a 50, hay demasiadas sillas y tienen los pasillos muy estrechos”. “Sería una dificultad para las personas con movilidad reducida”, y asegura: “Si alguien sube con un carrito de un bebé, no se puede subir nadie más”.
El integrante de la lista del PP afirma que integrar en la flota a estos vehículos generará retrasos y obligará a aumentar las frecuencias: “La puerta trasera está muy próxima a la puerta delantera, el pasillo es muy largo y el proceso de evacuación es más lento, por tanto, la línea se va a ralentizar”. Lo mismo con los minibuses: “Van a obligar, por su poca capacidad, a doblar el número de repeticiones en cada línea”.
Todavía faltan por llegar los eléctricos, que, según Araújo “no se van a poder usar porque no hay dispositivos de carga en la central” y advierte sobre los contratos: “No se sabe cuándo los van a poner en funcionamiento, ni bajo qué fórmula se van a ceder a la empresa concesionaria”.
